Montserrat, Monasterio y montañas
Montserrat es uno de los nombres de mujer más típico de Cataluña. Sería como Marta en España, Li en China o Muhammad en el mundo árabe.
También es el nombre de una virgen. La virgen de Montserrat es la patrona de Cataluña y su historia tiene mucho que ver con este lugar. Un sitio donde naturaleza y espiritualidad coinciden de una manera armoniosa, con grandes vistas y escenarios a tan solo una hora de Barcelona. Una excursión muy recomendada para quienes visiten la ciudad.Read More
Viena: Guía completa para recorrer la ciudad
Viena, capital de Austria, de la música y del legendario Imperio Astro-Húngaro es una de las ciudades imperiales de Europa.
Ubicada sobre el río Danubio, Viena conserva todo el esplendor de sus años dorados.Read More
Curiosidades de China
China es un mundo aparte y todo gracias a sus habitantes. Los chinos, seres únicos en su especie. Chinos capaces de tomar agua hirviendo haciendo más ruido que un camión al arrancar y capaces de comer tortugas con palitos chinos. Curiosidades de China. Los chinos, los que no pueden decir la R y dicen “Algentina, Mechi, Mechi, Maladona” mientras cierran bien los ojos y abren bien la boca. Esos seres que se hacen querer tanto pero a que a la vez cuesta tanto comprender.Read More
Budapest: Guía completa para recorrer la ciudad
Budapest, además de ser la capital de Hungría, se ha ganado el título de ser una de las ciudades más bonita de Europa. Estamos de acuerdo y creo que podríamos redoblar la apuesta al decir que, en realidad, es una de las ciudades más bonitas del mundo.
Ubicada sobre las orillas del río Danubio, Budapest es una típica ciudad imperial. Una joya arquitectónica y cultural.
ACERCA DE BUDAPEST
Budapest originariamente se formó a partir de tres ciudades: Buda, Obuda y Pest. Siendo hoy en día Buda y Pest las zonas más interesantes.
Ambas ciudades están divididas por el río Danubio y unidas por varios puentes entre los que se destaca el pintoresco Puente de las Cadenas. Este puente es el más emblemático de Budapest, pero no es el único.
Buda fue, históricamente, la antigua capital del imperio húngaro. Tal es así que esta parte de la ciudad está coronada por el impresionante Castillo de Buda, hoy devenido en museo. Esta zona es la parte más vieja de la ciudad. Tiene muchas colinas, pero también balnearios, iglesias y edificios increíbles. Entre ellos, el bastión de los pescadores desde dónde se obtienen las mejores vistas de la ciudad.
Pest por el contrario es la parte nueva y más cosmopolita. Aquí es dónde funciona el centro financiero, dónde está el Parlamento y la mayoría de los sitios de interés turísticos. En Pest también está la zona de alojamientos y restaurantes, casi siempre ubicado cerca del Barrio Judío.
Pest es la zona con más vida y la más urbana de Budapest.
Budapest, junto a Viena y Bratislava conforma el triangulo imperial el Río Danubio. Basta recordar el pasado histórico de Budapest para reconocer la ciudad como segunda capital de Imperio Astro-Húngaro. Incluso, cuentan los húngaros que Sissi siempre prefirió vivir más Budapest que Viena.
¿CUÁNDO IR A BUDAPEST?
El mejor momento es entre los meses de abril y octubre. Es decir: verano, cuando hace más calor. Los inviernos suelen ser secos y ventosos, los días muy cortos y las temperaturas muy bajas, incluso el río Danubio puede congelarse.
Siendo puntuales, la recomendación es ir en el mes de mayo donde el clima es ideal y no hay tanto turismo porque aún no empezaron las vacaciones del colegio.
¿QUÉ VER EN BUDAPEST?
Simplemente caminar por las orillas del Danubio, de un lado y del otro, es una gran actividad. Pero también les dejamos algunos otros lugares que pueden visitar.
¿Qué ver en Pest?
- Parlamento
Uno de los íconos arquitectónicos de la ciudad. La leyenda cuenta que cuando Freddy Mercury lo vio, quiso comprarlo.
- Los “Zapatos del Danubio”
Cerca del parlamento se encuentran unos zapatos de hierro a orillas del río Danubio. Conmemoran los miles de Judíos que fueron fusilados y arrojados al río. Se calculan más de 20.000.
- Basílica San Esteban
Es la iglesia más grande de Budapest y comparte su altura de 96 metros junto al parlamento. Siendo estos los puntos más altos de la ciudad.
- Gran Sinagoga
Se trata de la sinagoga más grande de Europa ubicada en el corazón del barrio judío.
- Ruin pubs
En el mismo barrio judío van a encontrar muchos bares con apariencia de edificio abandonado, decorado con artículos de segunda mano en medio de un ambiente inconformista. Fue una buena forma de recuperar esos espacios destruidos por la Segunda Guerra Mundial.
- Plaza de los héroes
Es una de las plazas más importantes de Budapest y está un poco alejada del centro. Tiene estatuas de Héroes nacionales que tienen que ver con la fundación de Hungría.
- Opera
La Opera Nacional de Hungría es un típico edificio de la época imperial. Se puede realizar una visitar guiada o simplemente ir a ver un espectáculo.
- Mercado
El Mercado de Pest es enorme. Si bien es cierto que es bastante turístico aún quedan puestos de quesos, achuras y embutidos típicamente húngaros. También es un buen sitio para comer comida local y comprar souvenirs.
¿Qué ver en Buda?
- Castillo de Buda
Es una construcción emblemática desde donde se observa toda la ciudad. El castillo aún sigue en funcionamiento parte como museo y parte como oficina de gobierno. En sus años dorados supo albergar a los reyes húngaros y a la mismísima Sissi.
- Bastión de los pescadores
Es uno de los sitios más lindos de Budapest, con una arquitectura neogótica muy singular. Su construcción tiene toda una historia. En su momento fue el sitio de mercado y comercio de los pescadores, luego fue transformándose en lo que es hoy en día.
Dicen que cada una de las siete torres del bastión representa a una de las 7 tribus magyares.
- Museo de Historia de Budapest
El museo funciona dentro del Castillo de Buda, por lo cual visitarlo es la excusa perfecta para ver el Castillo por dentro. El museo muestra la historia de Budapest desde la época medieval hasta la actualidad. Esta bien pero a nosotros nos gustó mucho más el Museo de Historia de Hungría ubicado en Pest.
- Iglesia de Matías
Ubicada en el corazón del Bastión de los pescadores la Iglesia de Matías es imponente. La Iglesia se fue construyendo con el paso de los años y eso se ve en la arquitectura. Las distintas torres remiten a los distintos momentos históricos de su construcción. Incluso, llegó a ser una mezquita cuando Budapest fue tomada por los otomanos.
- Baños
Los baños en Budapest son toda una institución, un emblema nacional que aún sigue vigente.
La mayoría de los baños se ubican en Buda ya que es aquí, en las colinas, donde los afluentes de agua termal afluyen en la superficie. Vale la pena ir a conocerlos, nosotros para disfrutar del agua caliente y curativa sino para ver la arquitectura.
- Puente de las cadenas
Es uno de los puentes más antiguos de la ciudad y se construyó con el fin de unir ambas ciudades. En realidad, el puente es relativamente nuevo. Antes de cruzaba la ciudad en barco en verano y en invierno, cuando el río Danubio se congelaba se cruzaba por el hielo. Pero con el correr de los años, el río no llegaba a congelarse del todo y era difícil cruzarlo en invierno. En ese momento recién se comenzó a pensar en el puente.
El Puente de las cadenas tiene 200 metros de largo y es uno de los más lindos del mundo.
¿DÓNDE COMER EN BUDAPEST?
Budapest está llena de sitios donde comer y, en general, la comida húngara no falla. Para comer comida tradicional el Mercado de Pest es un buen lugar y con precios accesibles.
Platos típicos:
- Langos
Es el snack húngaro por excelencia (y nuestro plato favorito). Se trata de una masa fina frita acompañada por una salsa de ajo y/o queso rallado.
Muy ricos pero muy pesados!
- Gulash
Se trata de la famosa sopa húngara. Hay varias versiones pero en general suele venir con papás, carne de ternera, verduras varias y mucha paprika ¡Por eso es tan roja y picante!
A veces suele venir acompañada de ñoquis y pedazos grandes de carne.
- Meglevesh
Es una sopa crema de frutas que se toma fría. La primera vez que lo oímos pensamos que se trataba de un postre pero, es plato principal. Ideal para un almuerzo de verano.
- Vino caliente
En invierno las calles se llenan de puestitos de vino caliento. Es de un sabor suave y especiado.
Es rico pero no se compara a nuestros vinos!
¿DÓNDE DORMIR EN BUDAPEST?
Las opciones de alojamiento en Budapest van desde hoteles de súper lujo hasta hostels compartidos a muy bajo precio.
Para nosotros, la mejor opción sobre todo si se trata de un grupo familia fue alquilar un departamento. El precio es por día y la mejor opción es Airbnb (con este link pueden obtener 35€ de crédito). Es decir, suelen ser casas de familia con una (o más) habitación de alquiler o departamentos privados. A veces, incluso, incluyen desayuno, etc. Hay muchas opciones y cada una de adapta a los distintos presupuesto.
La zona y la época del año influyen muchísimos en los precios. En temporada baja los hoteles suelen hacer grandes rebajas en sus precios.
¿CÓMO MOVERSE EN BUDAPEST?
Budapest es una ciudad que se camina muy fácilmente. Casi todos los sitios de interés turístico suelen estar en el centro por lo cual no hace falta requerir de transporte público y/o taxi.
Para ir un poco más lejos o si estamos cansados, el transporte público es la mejor opción. Budapest tiene muy buenas conexiones en transporte público, además de metro (subte) y autobuses (colectivos) tiene tranvías que además van recorriendo el Danubio.
También se puede conectar al aeropuerto con transporte público.
¿CÓMO LLEGAR A BUDAPEST? ¿CÓMO IRSE?
A Budapest se puede llegar en tren, avión o autobús.
El aeropuerto es internacional y recibe vuelos de todo el mundo. En autobús también se puede llegar desde países vecinos, hay muchas compañías y todas suelen ofrecer un servicio parecido. Desde países limítrofes también se puede llegar en combi/van compartida. Nosotros fuimos desde Belgrado, capital de Serbia. Fueron casi cinco horas con mucho tiempo de espera en la frontera.
Para nosotros el mejor modo de viajar por Europa es el tren. Los pases globales de Eurail/Interrail son para aprovechar sobre todo si uno va a viajar bastante conectando distintas ciudades. Si tenés menos de 26 años, los pasajes de tren tienen descuentos muy interesantes.
BUDAPEST CARD
La “Budapest Card” es la tarjeta oficial de la oficina de turismo de la ciudad. Ofrece transporte gratuito en todos los medios de transportes urbano y acceso gratuito a la mayoría de los sitios de interés turístico (incluso, los baños termales). También descuentos y promociones en bares, restaurantes y tiendas de souvenirs.
El valor de la tarjeta depende si se compra la de 24, 48 o 72 horas. Desde el momento de activación y durante el periodo de tiempo indicado uno puedo disfrutar de todos los beneficios de la tarjeta.
Para nosotros vale la pena comprar si uno quiero disfrutar intensamente de la ciudad.
Se puede adquirir en el aeropuerto, en la estación de trenes y los puntos de interés turístico de Budapest.
POR ÚLTIMO, LES COMPARTIMOS NUESTRA CRÓNICA SOBRE BUDAPEST
Guía de viaje a España
ACLARACIONES SOBRE ESTA GUÍA DE VIAJE A ESPAÑA
La información recogida aquí se corresponde con nuestro viaje a España.
Esperamos que cumpla su objetivo: serle útil a futuros viajeros. Cualquier duda, pregunta o comentario, no duden en hacerlo llegar.
¡Buen viaje y disfruten de España!
INTRODUCCIÓN PARA VIAJAR A ESPAÑA
Siendo tierra de vinos y aceitunas, de mares y montañas verdes, de toreros y flamenco, el Reino de España es, sin duda, uno de los países más lindos que visitamos. Quizá por eso decidimos volver.
España no es un país “grande” pero está dividido en diecisiete regiones autónomas. Cada región es un mundo completamente distinto. Distinta cultura, distinta gastronomía, distinta geografía y, en algunos casos, distintos idiomas.
España es un país que a todos nos es familiar. Quizá por el idioma o por nuestro pasado migratorio, sea como fuere es un país que merece ser visitado en cualquier viaje por Europa.
Índice de esta guía para viajar a España:
1. VISA PARA EUROPA
2. MONEDA
3. IDIOMA
4. PRESUPUESTO
♦ Entradas
A. Comida
B. Alojamiento
C. Transporte
5. CLIMA
6. ITINERARIO
7. RECOMENDACIONES
8. EXCURSIONES
VISA
La mayoría de las nacionalidades latinoamericanas y europeas no requieren visa para ingresar a España ya que es parte de la Unión Europea y de la Zona Schengen. El tiempo máximo permitido de estadía es de 90 días.
MONEDA
La moneda es el Euro aunque la gente mayor siga hablado de “pesetas”. Para ver la cotización actual del euro con cualquier otra moneda xe.com
Nosotros, por lo general, utilizamos tarjetas de crédito y euros en efectivo. Muchos sitios aceptan dólares pero lo toman a un valor muy bajo.
IDIOMA
El idioma oficial es el castellano aunque levemente modificado por el acento español (¡Hostias, tío!).
Muchas comunidades tienen su propio idioma como, por el ejemplo, el gallego, el vasco o el catalán, el es muy común oírlo y verlo en las calles. Pero no pasa nada, todos hablan español y en general no tienen problema de hablarlo con turistas.
En las regiones turísticas (casi) todos hablan inglés, por lo cual el idioma no es problema.

Casa Batló – Barcelona
PRESUPUESTO
España es uno de los países más baratos de Europa occidental. Pero digamos que dentro del país los precios varían mucho. Cataluña y el País Vasco son las regiones más caras mientras que Andalucía y Galicia las más baratas. Pero vamos, con ingenio se puede encontrar el modo de viajar sin gastarnos todo nuestro presupuesto. Como siempre, un viaje puede ser tan caro y tan barato como uno de deseé y planeé. En nuestro caso siempre viajamos de un modo económico, al mejor estilo mochilero.

Arroyo de la Luz – Extremadura
Nosotros no realizamos excursiones pagas (nos las ingeniamos para realizarlas nosotros mismos) y solemos optar por transporte público antes que tomar un taxi o autos privados con chofer. Viajamos lento y de manera pausada. Solemos informarnos bastante sobre precios, distancias, medios de transporte o cualquier otra variable que intervenga.
Cuando más rápido uno quiere viajar y más destinos en menos tiempo quiere ver, el presupuesto se encarece mucho más.
Un presupuesto muohilero (holgado) promedio en España puede ser de unos 40 euros al día/por persona. Incluye alojamiento (hostel con baño compartido), comida y transportes públicos.
Una de las cosas más caras en España son las entradas a museos o sitios históricos. Eso sí, hay descuentos para estudiantes menores de 26 y jubilados mayores de 65 años. A su vez, muchos museos y sitios históricos suelen tener días y horarios donde la entrada es gratuita o reducida.
Y no sólo es una cuestión de presupuesto sino, también, de disponibilidad.
Por ejemplo, tanto la entrada a la Sagrada Familia en Barcelona como a la Alhambra en Granada, te recomendamos sacarlas con mucha anticipación ya que se agotan.
Reservar tu entrada online no sólo te garantiza el acceso sino que también de ayuda a evitar filas y optimizar tu tiempo en cada ciudad.

¿Tendrá algo que ver con La Alhambra?
Nuestro presupuesto en España se descompone en tres cosas básicas. Comer, dormir y viajar:
COMIDA
Una buena opción es pedirse un menú completo. En general, rondan entre los 13€ e incluyen entrante, plato principal, bebida postre y/o café.
Para ahorrar lo mejor es is al súpermercado y comprar ahí. Hay buenas opciones de comida ya preparada o, nuestro clasico, hacer picadita con buenos quesos y embutidos.
Lo mejor de España son las cañas, el vermouth de grifo, el jamón y las tapas. Bueno, en realidad toda la comida en España es riquísima y con muchísimas opciones carnívoras y vegetarianas.
Desde grandes paellas o exquisitas tortillas, todo está buenísimo. Eso sí, bien graso y aceitoso para que el gusto se sienta más.
Cada región de España suele tener su oferta gastronómica, no es lo mismo el Pulpo a la Gallega en Galicia que una Paella Valenciana en Valencia. Lo mejor es pedir siempre lo típico de cada zona.
El vino también es famoso, aunque siendo sinceros, los vinos de Argentina nos gustan más.
ALOJAMIENTO
Las opciones de alojamiento van desde hoteles de súper lujo hasta hostels compartidos a muy bajo precio. Recomendamos utilizar Booking para comparar precios y opciones.
Para nosotros, otra buena opción (sobre todo si se trata de un grupo familiar) es alquilar un departamento. El precio es por día y la mejor opción es Airbnb (con este link pueden obtener 35€ de crédito). Es decir, suelen ser casas de familia en alquiler. Algunas con baño privado, alguna incluyen desayuno, etc. Hay muchas opciones y cada una de adapta a los distintos presupuesto.
La zona y la época del año influyen muchísimos en los precios. En temporada baja los hoteles suelen hacer grandes rebajas en sus precios. Las Islas Baleares, por ejemplo, tiene opciones de alojamiento mucho más caras que en resto del país pero en invierno los precios son regalados.
TRANSPORTE
España, como ya dijimos, es un país que se adapta a todos los presupuesto y estilos de viaje. Es un país relativamente chico que se puede recorrer muy bien en bicicleta, en tren (con los pases globales se ahorra mucho dinero) con vehículos de alquiler, coches compartidos y en transporte público. Lo que no es tan común en España y todos ponen cara rara es hacer autostop (viajar a dedo). Nosotros no lo intentamos pero escuchamos que no es fácil.
Otra opción barata para viajar en España son los vuelos low-cost. Desde Madrid o Barcelona hay muchísimas opciones y los precios si uno compra con tiempo y sin despachar equipaje son muy baratos.
Nosotros llegamos a Barcelona en avión desde Polonia. Teníamos poco más dos meses para recorrer el país por lo cual optamos por hacerlo tranquilos y a nuestro ritmo. Utilizamos transporte publico (autobuses), el famoso tren AVE (de alta velocidad) y Bla Bla Car (coches compartidos entre particulares). En algunas regiones, como Galicia por ejemplo, utilizamos un vehículo de alquiler.
Si disponen del tiempo y del dinero, alquilar un coche es una de las mejores opciones para recorrer España. Las distancias son cortas y es casi todo autovía. Está lleno de gasolineras, indicaciones y el idioma hace que todo sea más fácil.
Además, hay muchos bosques, costas y espacios naturales a los cuales solo se puede llegar en auto. El coche propio siempre da más libertad.
Hay muchísimas agencias de vehículos de alquiler y suele haber promociones muy interesantes y que vale la pena aprovechar. También, comprar un coche y luego venderlo si se va estar un tiempo prolongado no es una mala idea.
CLIMA
España tiene una geografía diversa y muy interesante. Nace al sur de Francia y se extiende (curiosamente) hasta las lejanas Islas Canarias en la costa de África.
Precisar un tipo de clima en España es complejo porque cada región es completamente distinta. No es lo mismo el frío que puede hacer en el Pirineo Aragonés en invierno que el clima Mediterráneo que hace en Málaga durante febrero.
Por lo cual, es importante precisar que al estar en el hemisferio norte el verano es de junio a agosto y el invierno de diciembre a marzo. Según la zona, en invierno hace bastante frío y en verano bastante calor. Lo ideal es ir siempre en otoño (septiembre-noviembre) o primavera (marzo-junio) para no sufrir las temperaturas en extremo.
ITINERARIO
En total estuvimos dos meses en España y este fue nuestro itinerario:
Barcelona (Cataluña)
Barcelona fue una ciudad que siempre quisimos conocer, y fue la primer ciudad de la península ibérica que visitamos. Siendo claros: nos encantó, la combinación Gaudí, Mar Mediterráneo y montañas se ganó nuestro amor. Pasamos más de una semana y no nos dieron ni los pies ni los ojos para ver todo lo que la ciudad ofrece.
Si, es cierto que es una ciudad muy turística pero es muy fácil escaparse del malón.
Zaragoza (Aragón)
Ya en la región de Aragón, Zaragoza se parece mucho a la “España” que imaginábamos. El acento, las cañas, la vida en las calles, tiene su aire.
El centro histórico de Zaragoza es precioso y tiene la suerte de albergar la Catedral de Nuestra Señora del Pilar con obras de Goya incluida.
Madrid
Madrid nos recordó mucho a Buenos Aires. Quizá demasiado.
Es una capital tranquila, con el gran Parque El Retiro que le da mucho aire y verde a la ciudad. Tanto el Museo El Prado como el Reina Sofía con una parada obligada para cualquier amante del arte.
Cáceres (Extremadura)
Ni los españoles nos creían cuando les decíamos que íbamos a ir a Extremadura. Es una de las regiones menos visitadas de España y para nosotros una de las bonitas. Extremadura, muy cerquita de Portugal, conserva ciudad antiquísimas como Cáceres o Plasencia combinado con unas dehesas preciosas llenas de verde y vida. Ideal para juntar castañas y setas.
Sevilla (Andalucía)
La Giralda, el Real Alcázar y los sevillanos son de lo más lindo de España. Es una ciudad preciosa con un casco histórico muy bien conservado combinado con el carisma y acentazo andalu’ de los sevillanos. Además, muy buena comida!
Granada (Andalucía)
La alhambra es única. Para recorrerla con tiempo y sin apuro. Realmente un sitio encantador donde la cultura islámica se mezcla con occidente. Una obra de arte.
Si a eso le sumamos Sierra Nevada y el Albaicín la combinación es explosiva. Granada es hermosa, no hay dudas.
Málaga (Andalucía)
Habíamos oído hablar mucho y muy bien de Málaga y de la Costa del Sol. Tuvimos la suerte de coincidir con una tormenta tropical que resulto causar una de las mayores inundaciones de la zona en los últimos años. Lo cierto es que no pudimos ver nada de Málaga ni alrededores. Deberemos volver.
Santiago de Compostela (Galicia)
Dicen que en Galicia siempre llueve, y más en invierno. Tuvimos la suerte de visitar Santiago de Compostela con sol y calorcito.
La catedral de Santiago es imponente aunque es cierto que ahora esta en renovación y toda la fachada esta tapada. Una ciudad para caminar y perderse.
Vigo (Galicia)
La lluvia de Málaga fue el anticipo de lo que nos iba a llover luego en Vigo. La ciudad es bonita y tener el mar siempre tan cerca le da unos puntos extras. Vale la pena caminar por el casco histórico.
Pero para nosotros Vigo tuvo un valor especial. Desde ahí salían los barcos de gallegos con rumbo a Argentina y desde Vigo comenzamos un viaje por Galicia a nuestras raíces. Conocimos los pueblos respectivos de donde fueron oriundos nuestros abuelos.
Tenerife (Islas Canarias)
Volamos a Tenerife y perdimos registro de donde estábamos ¿España? ¿África? ¿O Latinoamérica? El acento, la comida, la gente… Tenerife es distinto al resto de España, no hay dudas.
La isla es grande y es ideal para recorrer con vehículo de alquiler.
Las playas volcánicas y el imponente Teide (pico más alto de España) hacen de Tenerife un sitio muy particular.
RECOMENDACIONES Y CONSEJOS PARA VIAJAR A ESPAÑA
– Interiorizate: España está atravesada por una historia política muy complicada e interesante. Tratá de llegar a España conociendo algo, de su geografía, cultura, historia política y de su situación actual.
– Planificá: Un viaje sale mejor cuando uno lo planifica, al menos un poco. No somos partidarios de un viaje plenamente organizado, con reservas y un itinerario definido. Somos partidarios de que el viaje se vaya armando a sí mismo, pero eso no quita que uno planifique, al menos, algo. Mira un mapa, que lugares te gustaría conocer, por qué, fijate si te quedan de paso, arma un posible recorrido. Tener en cuenta tu presupuesto, tus gustos y tus ganas.
– Dejá los prejuicios en casa, en serio. Tratá de no quedarte con lo obvio.
– España es un país seguro, es casi inexistente la inseguridad y los robos. No existen, en parte, porque la policía esta todo el tiempo y a todo momento rondando por ahí. Igualmente, estate atento a tener ciertas precauciones.
Resolvé las excursiones de tu viaje y dedicate a disfrutar
¿CONVIENE VIAJAR CON SEGURO MÉDICO?
Nunca se sabe si lo vamos a necesitas, por lo cual, nosotros igual nos sacamos uno. Seguramente no lo uses, pero por las dudas…
Lo que es cierto es que como argentinos en la Zona Schengen es obligatorio para entrar. No conocemos ningún caso que se lo hayan pedido, pero mejor tenerlo y no usarlo, a necesitarlo y no tenerlo. Hay muchas ofertas y promociones, 2×1, descuentos. Les recomendamos que chequeen posibles cotizaciones y tipos de coberturas.
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#Wishlist – España
Cada día que pasa, la idea del slow travel y del viajar como locales nos atrapa más. Incluso, esta nueva sensación de “vivir” en distintas ciudades/países por algún periodo de tiempo se acerca más al concepto de nómadas que nos identifica.
Es que no sólo nos permite volver a experimentar esas sensación de hogar sino que también nos permite conocer más en un profundidad un país. Hacer escapadas cortas y no tan cortas.
Tras dos meses de viaje por España, decidimos instalarnos un tiempo en Barcelona aún sabiendo que nos falta conocer mucho de del país. Es que en España es imposible aburrirse, toda la combinación de paisajes coinciden con una gastronomía única y riquísima dando un resultado final demasiado interesante.
Durante nuestra temporada en España, estos son los 10 lugares que queremos conocer:
Los Pirineos
Sabemos que para asombrarse no hay que ir muy lejos. Las montañas nos encantan y saber que los Pirineos están tan cerca nos pone contentos.
El Pirineo Aragonés es el que más nos tienta.
Las islas Baleares
Como nos gustan las montañas, el mar también nos atrapa. Sobre todo, las islas. Teniendo el Mediterráneo tan cerca, las Islas Baleares ganan un puesto en la isla.
Eso si… ¡Fuera de temporada por favor!
Valencia
Cuando varias personas nos recomiendan una ciudad… se nos prende la lamparita. Así nos pasó con la Comunidad Valenciana. Una escapada de fin de semana largo más la posibilidad de hacer camping en Valencia suena a combo perfecto.
El camino de Santiago
Si bien estuvimos fugazmente en Galicia, el camino de Santiago nos quedó pendiente. Tenemos que volver, caminar y vivirlo.
¿Vacaciones de verano?
Trujillo
Estuvimos casi dos semanas en Extremadura y no hubo chances de ir a Trujillo. Un día llovía, al otro no había autobuses y al tercero llovía de vuelta. Extremadura nos encantó y queremos volver en verano. Trujillo no se nos va a escapar de nuevo.
La Costa del sol
Tenemos que volver a Málaga y visitar el Museo-Casa Picasso, pero también queremos recorrer la Costa del Sol. Como soñar no cuesta nada, ir de Nerja a Marbella tomando mate seduce a cualquiera.
Asturias
Otro gran pendiente de nuestro viaje por España. No oímos más que buenos comentarios sobre la ciudad de Oviedo y sobre la Costa del Cantábrico. ¿Será cuestión de ir a conocer, no?
Córdoba
Dos visitas a Sevilla y ninguna a Córdoba. La balanza andaluza está desequilibrada. Semana santa será le excusa perfecta para volver a pisar Andalucía y conocer finalmente la famosa y reconocida mezquita de Córdoba.

¿Tendrá algo que ver con Granada?
El País Vasco
El País Vasco fue el gran pendiente de nuestro viaje por España. Ahora volvimos para darle revancha.
San Sebastián será parada obligada, luego dejaremos que nuestros amigos vascos nos guíen por sus tierras. ¡Eso si, con sidras por favor!
¿Vos estuviste en España? ¿Qué sitio nos recomendás sumar a nuestra Wishlist de pendientes ibéricos?
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Cortázar y Barcelona: una relación desconocida
Julio Cortázar nació en Bruselas en 1914. En Bélgica ya que era donde su padre trabajaba como funcionario de la Embajada Argentina. Al poco tiempo, y coincidiendo con la primera guerra mundial, la familia Cortázar se trasladó a Barcelona y aquí vivieron dos años. Lo de Cortázar y Barcelona es una relación desconocida quizá como es, también, la relación de Freud con los viajes.
***
Desde aquel día y a lo largo de su vida, Cortázar fue perseguido por un sueño reiterativo. Según confesó años más tarde su sueño “trataba de una ciudad con raros edificios, todos coloridos y extrañas cúpulas. También un gran parque, un lugar mágico al cual su madre lo llevaba todas las tardes a tomar sol.” O al menos, ese decía ser el relato del sueño.
Sesenta años más tarde y sospechando que aquel lugar de sus sueños podía ser el Parque Güell, Cortázar volvió a Barcelona. La sospecha se basaba en unas fotografías que había visto en una revista. Él nunca había asociado su sueño con aquella ciudad casi desconocida en la cual solo residió de muy pequeño. Él solo se debatía entre París y Buenos Aires, Barcelona no tenía lugar en su cabeza. O mejor dicho, en su consciencia.
Cortázar volvió a Barcelona y le pidió a Peri Rossi, su amiga uruguaya, que le acompañara al Parque Güell una tarde de otoño.
Julio Cortázar jugó a ser el detective de su propio sueño. Volvió a Barcelona buscando el origen de su sueño recurrente. Y al llegar a la ciudad se dio cuenta de que sí, que posiblemente aquel parque, aquel colorido Palacio de la Música y aquella ciudad entera era el origen de ese sueño de infancia.
Dicen que Cortázar se decepcionó. Que su sueño era mucho más pomposo e importante que la ciudad. Él dejó Barcelona decepcionado. Haber descubierto el origen de aquel sueño no importaba tanto, el sueño, su sueño, valía más que la realidad.
***
Nosotros por el contrario, de Barcelona nos fuimos a París. Quizá estábamos siguiendo las huellas de Cortázar, quizá el origen de nuestros propios sueños (incluso de los que soñamos despiertos) o, por ahí, solo estábamos yendo a visitar la ciudad más famosa del mundo.
Pero a diferencia de Cortázar, a nosotros Barcelona no nos decepcionó. Por el contrario, nos encantó. En aquel momento, nos fuimos sabiendo que íbamos a volver. Siempre, íbamos a volver.
Si te gusta Julio Cortázar y te apasionan los viajes, quizás quieras leer esta carta inédita que Cortázar escribió luego de visitar India.
Nagorno Karabaj, el país que pocos reconocen
Recuerdo que llegué a la región de Nagorno Karabaj con la cabeza mareada de tantos pensamientos. Hoy, si reviso mis notas encuentro solamente garabatos que se plantean sobre el sentido del viaje y la vida. Preguntas que se extienden entre las hojas de mi cuaderno, pero que se cortan abruptamente al llegar a Shushi.
El pueblo de Shushi sacude hasta a los más duros. Nada más al entrar uno ya tiene la sensación de estar en un lugar medio vivo y medio muerto. Edificios destruidos pero con ropa colgada en los balcones. Paredes llenas de agujeros de balas pero con grafitis coloridos. Un leve sol que se anima a salir pero una niebla espesa que cubre todo. Triste pero real. Así es el primer pueblo que visitamos en el no recocido país de Nagorno Karabaj.
Nagorno Karabaj es, en realidad, un enclave armenio en territorio de Azerbaiyán. Un país no reconocido por ningún miembro de la ONU. Un hueco en los mapas. Una frontera invisible pero tangible en sus controles y en la vasta presencia militar. Un pueblo que sufrió (y sufre) la guerra y luchó (y todavía lucha) por ser reconocido.
Llegamos a Sushi a dedo (autostop) desde Armenia. En realidad, desde el único sitio que se puede llegar, ya que las fronteras de Nagorno Karabaj solo están abierta con Armenia. Las fronteras con Azerbaiyán están cerradas. Incluso, la República de Azerbaiyán no permite el ingreso de ningún viajero que haya estado en Nagorno.
El viaje hasta Sushi fue ameno, pero el mayor problema fue comunicarnos con el dueño del auto que nos levantó. El insistía que ir a Artsaj era una gran idea, que ahí estaban las montañas más lindas del mundo y que la culpa de todo esta guerra eran los políticos. Luego, entendimos que Artsaj era el antiguo nombre armenio de la región. Pero, por las dudas y mientras fuimos en el auto, nosotros le dijimos que sólo íbamos a ir a Nagorno Karabaj, no a Artsaj. Nagorno Karabaj es el nombre ruso de la región y significa altas montañas. Pero el hombre no se preocupó por nuestro desconocimiento, al contrario siempre alabó que las comunidades armenias de Argentina y Uruguay hayan colaborado mucho con el levantamiento del no-país después de la guerra. Nosotros queríamos saber más, pero el idioma era una barrera. Por suerte, en Sushi nos espera S., él sí hablaba inglés.
El auto nos dejó a unos 5 kilómetros de la ciudad de Sushi. Decimos caminarlo, además el hombre tenía razón, las vistas eran increíbles. Caminamos por el borde de la montaña mirando hacia abajo la ciudad de Stepanaket, la capital de este no-país.
Pero el paisaje idílico se interrumpió al poner un pie en la ciudad. Buscando la casa de nuestro anfitrión cruzamos callejones desérticos, que para mi no eran más que venas de asfalto y para ellos un campo de batalla. Casas destruidas y hoy ocupadas por la naturaleza.
Nuestro anfitrión es un ex – soldado de la guerra que se nota que se entretiene contándole a los extranjeros sus experiencias. Cuando llegamos estaba sentado hablando con otro hombre, un tanto más joven. Los dos sentados bajo la sombra de un gran roble fumando cigarros y tomando café. Interrumpimos una discusión animada.
“Nagorno Karabaj siempre fue parte de Armenia, hace diecisiete siglos” nos dijo S. antes de que nos sentemos. “El problema comenzó con el genocidio armenio y cuando los turcos llegaron acá. La gente se escondió en las montañas para que no los encuentres y ellos poblaron la zona con azeríes. Pero los azeríes invadieron la zona, su reclamo por estas tierras no tiene sentido. Ellos quisieron destruir algunos monasterios del siglo tres DC. Si realmente fuese su tierra, ¿Por qué quieren destruirla?” Casi que así nos presentamos. Cualquier otra forma no hubiese tenido sentido. Nosotros vinimos para poder ver esta historia a los ojos.
“Luego la situación continúo empeorándose, Stalin…” haciendo una larga pausa y tomando aire agregó, “…Stalin nació en Georgia, conocía bien el Cáucaso. Sabía de los problemas de esta tierra encerrada por dos mares y repleta de montañas. Sabía del problema entre los armenios y los azeríes y no hizo más que empeorarlo. Decidió dejar Nagorno Karabaj bajo el control de Bakú (capital de Azerbaiyán) porque de esta manera se aseguraba que Armenia dependa de la ayuda rusa.” El cuello se lo iba poniendo rojo y las venas hinchando. Pero no se detuvo ahí. “Porque en la época soviética estábamos bajo la influencia rusa, pero todos sabíamos que cuando Rusia se vaya la guerra iba a estallar. En 1988 Nagorno Karabaj votó para separarse de Azerbaiyán y unirse a Armenia. Tal es así que tenemos su misma moneda y su mismo idioma. Hasta nuestra bandera es parecida. Pero no, nadie dijo nada. Ahí mismo empezó la guerra. Rusia nunca nos reconoció, siempre se puso del lado del más fuerte. Pero el pueblo armenio se levantó en armas, porque la defensa de Nagorno Karabaj era también la defensa de toda Armenia y la última frontera de Europa y del cristianismo.”
Es que sí, al oeste los límites de Europa están muy claros. Con todos los mares delimitando el principio del continente. ¿Pero hacia el este? ¿Dónde termina Europa?
“Los límites tienen que ser culturales. Armenia es el extremo sureste del cristianismo. Nosotros somos el último eslabón de Europa, somos la frontera con Asia. Y los musulmanes vienen por todo. Pasa en el oeste de Europa, como en Francia hace poco, y pasa también acá.” Agrega S. cada vez más enojado.
El último conflicto armado entre azeríes y armenios fue en abril del 2016, unos meses antes de nuestra visita. S. ya no era más parte del ejercito, pero su hijo sí y combatió en aquel enfrentamiento.
El atardecer encontró hablando y en el cielo se tiño de rosa. Nagorno Karabaj es una de esas tierras con paisajes encantadores, de los más lindos del mundo, como puede ser la Patagonia o los Alpes Suizos. Con monasterios milenarios, montañas, verdes valles y ríos de agua transparente.
Pero, lamentablemente, está atravesada por una guerra que no los deja pensar ni reflexionar. Ellos tiene que actuar. O mejor dicho no pierden el tiempo pensando, como yo, en lo frágil de la condición humana. Su mundo se reduce a algo mucho más concreto, en un nosotros somos los buenos y ellos son los malos. Entonces ya no queda lugar para cualquier otra discusión.
En Nagorno Karabaj yo tampoco puede pensar en otra cosa más que en la cercanía e inmediatez de la guerra. Quizá por eso mi cuaderno también quedó en blanco.
Grecia: Guía completa de viaje
ACLARACIONES SOBRE ESTA GUÍA DE VIAJE A GRECIA
La información recogida aquí se corresponde con nuestro viaje a Grecia en octubre del 2016.
Todos los datos están basados en nuestra propia experiencia. De este modo, los precios son los que nosotros pagamos, y los trámites, los que nosotros mismos realizamos.
Esperamos que cumpla su objetivo: serle útil a futuros viajeros. Cualquier duda, pregunta o comentario, no duden en hacerlo llegar.
¡Buen viaje y disfruten de Grecia!
INTRODUCCIÓN
Siendo tierra de vinos y aceitunas, de mares y montañas verdes, de leyendas y de dioses, Grecia es, sin duda, uno de los países más lindos que visitamos. Y por lo tanto nos quedaron muchas ganas de volver.
VISA
La mayoría de las nacionalidades latinoamericanas y europeas no requieren visa para ingresar a Grecia ya que es parte de la Unión Europea y de la Zona Schengen. El tiempo máximo permitido de estadía es de 90 días.
MONEDA
La moneda es el Euro y esa es la razón de la gran tragedia griega y económica que el país sufrió en los últimos años.
Para ver la cotización actual del euro con cualquier otra moneda xe.com
Nosotros, por lo general, utilizamos tarjetas de crédito y euros en efectivo.
Muchos sitios aceptan dólares pero lo toman a un valor muy bajo.
IDIOMA
El idioma oficial es el griego y se caracteriza por una escritura bastante particular.
En las regiones turísticas (casi) todos hablan inglés, por lo cual el idioma no es problema. Pero, como siempre decimos, es agradable conocer algunas palabras del idioma local aunque no sea del todo necesario.
CLIMA
Grecia tiene una geografía diversa y muy interesante. Nace en las orillas del mar Egeo y termina en el valle del Monte Olimpo, albergando dentro sí los olivos más ricos de la región.
Por lo cual, en invierno hace bastante frío y en verano bastante calor. Lo ideal es ir en otoño (septiembre-noviembre) o primavera (marzo-junio) para no sufrir las temperaturas en extremo.
PRESUPUESTO
Grecia no se caracteriza por ser un país “súper barato” pero con ingenio se puede encontrar el modo de viajar sin gastarnos todo nuestro presupuesto. Como siempre, un viaje puede ser tan caro y tan barato como uno de deseé y planeé. En nuestro caso siempre viajamos de un modo económico, al mejor estilo mochilero.
No realizamos excursiones pagas (nos las ingeniamos para realizarlas nosotros mismos) y solemos optar por transporte público antes que tomar un taxi o autos privados con chofer. Viajamos lento y de manera pausada. Solemos informarnos bastante sobre precios, distancias, medios de transporte o cualquier otra variable que intervenga.
Cuando más rápido uno quiere viajar y más destinos en menos tiempo quiere ver, el presupuesto se encarece mucho más.
Un presupuesto muchilero (holgado) promedio en Grecia puede ser de unos 30 euros al día/por persona. Incluye alojamiento (hostel con baño compartido), comida y transportes públicos. Lo más caro en Grecia es el transporte a las islas.
Otro gasto extra en Grecia, es que a diferencia de otros sitios, la mayoría de los sitios de intereses turísticos son pagos y, relativamente, caros. Por ejemplo, la acrópolis de Atenas cuesta 20 euros por persona y el oráculo de Delfos, 12 euros. Hay descuentos para estudiantes y mayores de 65 años.
Nuestro presupuesto se descompone en tres cosas básicas. Comer, dormir y viajar:
Comida
Lo mejor de Grecia es el queso y las aceitunas. La comida en Grecia es riquísima y con muchísimas opciones carnívoras y vegetarianas. Nuestro plato favorito fue la musaca, un pastel de carne con berenjenas riquísimo. También el souvlaki (pinchos de carne asada) y el gyros, ideal para comer al paso y para un presupuesto más reducido. El yogurt griego es algo que vale la pena probar, como también las aceitunas y el queso.
El vino blanco también es famoso, aunque siendo sinceros, los vinos de Argentina son mejores.
Alojamiento
Las opciones de alojamiento van desde hoteles de súper lujo hasta hostels compartidos a muy bajo precio.
Para nosotros, la mejor opción sobre todo si se trata de un grupo familia fue alquilar un departamento. El precio es por día y la mejor opción es Airbnb (con este link pueden obtener 30€ de crédito). Es decir, suelen ser casas de familia con habitación de alquiler. Algunas con baño privado, alguna incluyen desayuno, etc. Hay muchas opciones y cada una de adapta a los distintos presupuesto.
La zona y la época del año influyen muchísimos en los precios. En temporada baja los hoteles suelen hacer grandes rebajas en sus precios. Santorini, por ejemplo, tiene opciones de alojamiento mucho más caras que en resto del país.
Transporte
Grecia, como ya dijimos, es un país que se adapta a todos los presupuesto y estilos de viaje. Es un país relativamente chico que se puede recorrer muy bien en bicicleta, a dedo (autostop), con vehículos de alquiler y en transporte público. El mayor detalle es ir a las islas, sólo se puede acceder en ferri y todas las compañías son privadas y, relativamente, caras. Otra opción también cara es el avión.
Nosotros llegamos a Atenas, capital de Grecia en avión. Teníamos poco más de una semana para recorrer el país por lo cual optamos por hacerlo con un vehículo de alquiler. Lo sacamos en el aeropuerto de Atenas y lo usamos para recorrer la península de Peloponeso y la Isla de Santorini. El último día lo devolvimos en el aeropuerto nuevamente. Decidimos utilizar el servicio de vehículos de alquiler de AutoUnion y no tuvimos ningún problema. Todo fue muy sencillo y rápido.
Para ir a Santorini desde el Puerto de Pireus, utilizamos el servicio de ferris de SeaJets. Los barcos son grandes, rápidos, nuevos y muy buenos. Como siempre, lo mejor es contemplar el Mar Egeo desde la cubierta del barco.
ITINERARIO
En total estuvimos diez días en Grecia y este fue nuestro itinerario:
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Día 1 – Atenas
Llegamos por la mañana al aeropuerto. Nuestro vuelo venía desde Georgia. Ese día aprovechamos para descansar y recorrer poco de la ciudad.
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Día 2 – Atenas
Por la mañana visitamos la acrópolis de Atenas. Es recomendable hacerlo por la mañana bien temprano o ya por la tarde, para evitar las excesivas hordas de turistas.
Almorzamos en el centro y caminamos por el barrio de Plaka.
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Día 3 – Alrededores de Atenas
Aprovechamos el día para recorrer los alrededores de Atenas con el vehículo de alquiler. La primer parada fue al estrecho de Corinto. Luego, visitamos las ruinas de la antigua Micenas.
Almorzamos en el hermoso pueblo costero de Nafplio y desde ahí visitamos el impresionante anfiteatro de Epidauro.
Ese día hicimos más de 300 kilómetros pero conocimos los sitios más interesantes de la Península de Peloponeso.
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Día 4 – Santorini
Bien temprano por la mañana tomamos el ferri a Santorini. Optamos por la empresa SeaJeats.
A la isla viajamos con el vehículo de alquiler lo que nos permitió tener más soltura e independencia para recorrer Santorini.
Nos alojamos en Perissa, al sur de la isla. Durante la tarde estuvimos en la playa y a la hora del atardecemos, fuimos en auto a Oia.
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Día 5 – Santorini
Aprovechamos la mañana para ir a la playa de Perissa. Por la tarde, fuimos en auto a recorrer la isla. Visitamos Fira y alrededores.
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Día 6 – Santorini – Delfos
Nuestro ferri de regreso a Atenas salió al mediodía, por lo cual disfrutamos de Santorini por la mañana.
Cerca de las 18 llegamos a Atenas y decidimos manejar un poco más para llegar a Delfos esa misma noche.
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Día 7 – Delfos y alrededores
Por la mañana visitamos las impresionantes ruinas de Delfos y el famoso oráculo. Por la tarde, nos fuimos con el auto a conocer el pueblo costero de Galaxidi. Uno de los sitios más lindos de Grecia
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Día 8 – Atenas
Por la mañana y tras desayunar en Delfos volvimos a Atenas. Son menos de 200 kilómetros. Llegamos al mediodía y aprovechamos para visitar el museo de la Acrópolis.
Por la tarde, decidimos ir al Cabo Sunión a contemplar el atardecer desde el Templo de Poseidón. En el camino, paramos en muchos sitios a sacar fotos y tomar mate.
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Día 9 – Aeropuerto Atenas
Por la mañana, devolvimos en auto en la agencia en la zona del aeropuerto. Luego, nos dispusimos a embarcar con destino a Sofía, Bulgaria.
RECORRER GRECIA CON VEHICULO DE ALQUILER
Para nosotros, Grecia es el país ideal para recorrer con coche de alquiler. Las distancias son cortas, las rutas están en excelente estado y no hay nada mejor que la independencia de andar con vehículo propio. Además, hay muchas agencias y compañías y los precios por día son muy buenos. Eso sí, la mayoría de las autopistas tienen peajes pagos.
Otra ventaja es que el vehículo se puede cargar en los ferris y no hay problema con trasladarlos entre las islas.
Nosotros contamos con el servicio de AutoUnion. El servicio fue excelente y tienen la posibilidad de retirar y devolver el auto en el aeropuerto de Atenas y en la mayoría de las grandes ciudades. Además, los vehículos están en muy buen estado.
RECOMENDACIONES Y CONSEJOS PARA VIAJAR A GRECIA
– Si estás buscando vuelos a Grecia, una buena opción puede ser BestDay.
– Interiorizate: Grecia está atravesada por historia muy complicada e interesante. Tratá de llegar a Georgia conociendo algo, de su geografía, cultura, historia política y de su situación actual. Conocer su historia sirve para entender lo muchas ruinas que vas viendo y que no sea simplemente un cúmulo de piedras.
– Planificá: Un viaje sale mejor cuando uno lo planifica, al menos un poco. No somos partidarios de un viaje plenamente organizado, con reservas y un itinerario definido. Somos partidarios de que el viaje se vaya armando a sí mismo, pero eso no quita que uno planifique, al menos, algo. Mira un mapa, que lugares te gustaría conocer, por qué, fijate si te quedan de paso, arma un posible recorrido. Tener en cuenta tu presupuesto, tus gustos y tus ganas.
– Dejá los prejuicios en casa, en serio. Tratá de no quedarte con lo obvio.
– Grecia es un país seguro, es casi inexistente la inseguridad y los robos. No existen, en parte, porque la policía esta todo el tiempo y a todo momento rondando por ahí. Igualmente, estate atento a tener ciertas precauciones.
¿CONVIENE VIAJAR CON SEGURO MEDICO?
Nunca se sabe si lo vamos a necesitas, por lo cual, nosotros igual nos sacamos uno. Seguramente no lo uses, pero por las dudas…
Lo que es cierto es que como Argentinos en la Zona Schengen es obligatorio para entrar. No conocemos ningún caso que se lo hayan pedido, pero mejor tenerlo y no usarlo, a necesitarlo y no tenerlo. Hay muchas ofertas y promociones, 2×1, descuentos. Les recomendamos que chequeen posibles cotizaciones y tipos de coberturas en Asegura tu viaje.
Armenia y sus habitantes
El sentimiento fue proporcionalmente inverso que a la entrada. Ahora no me preguntaba en que momento debía cubrirme, sino por el contrario contaba los pasos que faltaban hasta cruzar la línea imaginaria que separa a Irán de Armenia. Sólo en ese punto iba a poder sacarme mi improvisado hiyab. También iba a sacarme la camisa de manga larga y con suerte, las calzas que tenia debajo de la pollera. Es que con 39 grados, me costaba mucho andar tan cubierta.
Se ve que no era la única. Delante nuestro, un grupo de cinco mujeres iraníes esperaban que les devuelvan sus pasaportes ya sellados. No les daban las piernas para correr. Buscaron refugio en el primer árbol que se ve del otro lado del puente que separa ambos países, justo debajo de la bandera roja, azul y naranja. Ahí, se sacaron toda la ropa que pueden. Quedaron en short y musculosa. Comenzó una sesión de fotos, maquillaje, y risas. Ellas festejan haber alcanzado cierto estado de libertad, yo, en cambio, trato de pensar cuál de las dos posturas es más opresiva. Pero también aprovecho, y me saco todo la ropa que llevo de más. Las vuelvo a mirar; siguen sacándose fotos. Las leyes, muchas veces, suelen producir el efecto contrario de lo que intentan regular. Las leyes religiosas de la República Islámica de Irán son un claro ejemplo.
Del otro lado, seguían las mismas “libertades”. Todos los locales eran clubs nocturnos y anunciaban cerveza fría. Así fue que nos enteramos que Armenia era el terreno de libertinaje para muchísimos iraníes. Casi, para todos los iraníes que podían salir del país sin problema. Pero nosotros no buscábamos eso. Armenia representaba mucho más que cervezas y poder vestir musculosas.
***
Armenia, siendo sinceros, era un país que siempre nos llamó la atención y al que le tenemos un cariño especial. Posiblemente por su cercanía con Argentina y por la cantidad de amigos armenios, quizá por su historia. Armenia nos generaba simpatía, pero también pena, tristeza y desconsuelo. Además, viajar por Armenia nos devolvía un poco a nuestro mundo conocido. Después de tantos meses viajando por países musulmanes, hinduistas o budistas, encontrarnos con el cristianismo cara a cara era todo un adelanto. Armenia es un país por el cual sentíamos empatía, un país en el cual no nos llamaba tanto la atención los paisajes ni los sitios turísticos, sino su gente. Sus habitantes. En Armenia sólo queríamos hacer una cosa: hablar con su gente.
Para eso, no hay mejor manera que hacer dedo. Viajar haciendo autostop nos obliga a subirnos al auto de un desconocido por cierta cantidad de kilómetros y compartir nuestras historias. Así comenzamos a esperar el primer auto. Pasó uno, pasó otro. Todos querían plata. Decidimos seguir esperando. Teníamos que hacer solamente cien kilómetros hasta la ciudad de Goris. Nos frenó una pareja que escuchaba reggaeton a todo volumen y nos llevó diez kilómetros más adelante. Decidimos parar a almorzar al lado de la ruta. Pedimos un khachapuri, un pan relleno de queso, huevo frito y manteca. Volvimos a la banquina a seguir esperando. Finalmente pasó (y frenó) un auto. Nos lleva hasta mitad de camino. Se trata de L., una armenia-rusa que vive en Ereván y viaja alrededor del país por trabajo. Habla inglés y es la mejor introducción que podemos tener al país.
Con L. charlamos bastante. Le preguntamos por la situación actual del país, por su trabajo y por sus aspiraciones. Reconocé que ni ella ni su mamá hablan armenio. Su idioma es el ruso. La URSS cayó, pero sigue presente.
Avanzamos rápido y eso que es todo camino de montañas, con curvas y contracurvas. En Armenia, las distancias son cortas. Es un país chico y con pocos habitantes. Pero no siempre fue así. Armenia perdió territorio y población con el avance atropellador de la historia. Decidí preguntarle a L. por sus sitios favoritos en el país. Nosotros no teníamos ningún itinerario armado, por lo cual, sus sugerencias podrían ayudarnos.
Ella comenzó a divagar. Que es un país chico, que está en los conflicto, que las montañas quedaron del otro lado, que el bíblico Monte Ararat quedó en Turquía, que la mayoría de los armenios están fuera del país. Trató de ser concisa y le pido que sólo me diga el nombre de un lugar. De su lugar favorito en Armenia. Piensa. “El monasterio de Dilijian, ese es mi lugar preferido pero hace muchos años que no voy” nos dijo L. A los pocos kilómetros nos despedimos.
***
De noche y con mucho frío llegamos a Goris. Nuestra primer para en el país. Teníamos la dirección de nuestro alojamiento anotada en un papel. La sorpresa fue descubrir que los nombres de las calles no estaban en letras latinas, ni en letras cirílicas. Todo estaba en armenio, un idioma tan complejo como antiguo.
El traducir los caracteres uno por uno parecía una tarea bastante imposible. Decidimos preguntarle a un tipo que estaba estacionando el auto. No reconoce ni el nombre del hotel ni la dirección, pero nos invita a la casa. Ahí podemos usar internet y buscar la dirección correcta. La casa era de piedra, con balcones, ventanales y muchas flores. Combinada perfectamente con el cariz medieval que tiene la ciudad de Goris.
Para entrar a la casa, debemos sacarnos los zapatos. Adentro estaba su mujer y sus dos hijos, también sus padres, su cuñada y tres sobrinos. Todos se ponen de pie para saludarnos. Nadie pregunta nada ni interroga al hombre. Entrar con dos desconocidos era lo más natural del mundo. Nos ofrecen café, vodka, vino y galletitas. En ese orden. También bombones y una computadora para poder buscar la dirección del hotel.
Cada vez que decíamos Argentina, ellos se ponían contentos. “Argentina-Armenia, amigos” decían y unían ambas manos como Alfonsín, en señal radical de la victoria. Y así, el dueño de casa comenzó a enumerar todos los argentinos-armenios que conocía. La cuenta era fácil, sólo había que decir apellidos que terminaban en –ian. Cuando ya estábamos dispuestos a salir de nuevo en busca del hotel, el hombre se ofrece a llevarnos en su auto.
***
El Monasterio de Tatev es el sitio de orgullo de los armenios. El orgullo es doble. Por un lado, se trata de una construcción impresionante hecha en roca en el filo de una montaña y por otro, para llegar hasta allá arriba uno puede tomar en cable-carril más largo del mundo, según los records Guinness.
Nosotros no optamos por el cablecarril sino que hicimos dedo en la ruta de tierra que conduce al Monasterio. A medida que el camino se iba metiendo más y más en el valle, nosotros no dejábamos de sorprendernos de tanto verde. Es que sí, veníamos del desierto donde ver un árbol era todo un espectáculo. Acá, por el contrario, no nos daban los dedos para contar todos los tonos de verdes y marrones.
El monasterio nos dejó boquiabiertos. Fue retroceder miles de años en la Historia de la humanidad. Curiosamente, Armenia fue la primer nación en adoptar el catolicismo como religión y la misma, aún hoy, sigue intacta.
El Monasterio de Tatev, al igual que otros tantos monasterios del país, está hecho en piedra maciza. La arquitectura es medieval, las paredes son anchas, las ventanas pequeñas y las vistas siempre son majestuosas. Al ser representaciones de la Iglesia Ortodoxa Armenia, no hay estatuas ni figuras de los santos. Sólo imágenes e íconos, coronados en marcos dorados. Los popes, a su vez, caminan todos vestidos de negros, con sus barbas largas y sus crucifijos brillantes. Las mujeres, debemos cubrirnos la cabeza para poder entrar a las iglesias. También, debemos salir caminando para atrás. No sea cosa que nos demos vuelta y le demos la espalda al Señor.
***
Nuestra ruta por Armenia continuó. Seguimos viajando a dedo, visitando monasterio y observando el monte Ararat a lo lejos. Se ve desde números sitios aunque ya no sea más parte de Armenia.
Visitamos Ereván, la capital. Allí, nuestros rasgos occidentales se camuflaban entre la población y todos nos hablaban en ruso. Retoños soviéticos que siguen están a la orden del día. También visitamos los monasterios de Noravank y de Khor Virap. Ambos son construcciones antiquísimas, cargadas de historias e interés.
Nos quedaban pocos días en Armenia y decidimos hacerle caso a L. Dejamos Ereván para ir al norte, al Lago Sevan. Desde ahí, alcanzaríamos Dilijian. Según muchos, Dilijian son los Alpes suizos del país. Posiblemente por ser una zona muy frondosa, con parques nacionales y monasterios perdidos entre las montañas. Sí, en Armenia hay muchos árboles, monasterios y montañas. Aunque muchas hoy sean parte de Turquía o Azerbaiyán.
El famoso monasterio que nos había recomendado L. Estaba a unos diez kilómetros de Dilijian. Decidimos ir a dedo pero a mitad de camino nos arrepentimos. Había sol y el camino iba por medio de un bosque. Decidimos caminar. En eso, un auto pone balizas y frena a unos metros más adelante. Dudamos si paró por nosotros o no.
La puerta se abre y salta L. con una sonrisa de oreja a oreja. “Sabía que eran ustedes. Los reconocí por las alturas. ¿Van al monasterio? Suban”. L. nos presentó a su mamá. Nos dijo que nuestra pregunta por su sitio favorito la dejó pensando y le dieron muchas ganas de volver a Dilijian, su sitio favorito.
Sí, Armenia es el país dónde la misma persona pueden levantarte dos veces en la ruta. Porque, a pesar de que las montañas hayan quedado del otro, el encanto del país sigue siendo su gente.
Aclaración:
En realidad, Armenia es el país donde la misma persona puede levantarte tres veces en la ruta. Porque el día siguiente, L. nos volvió a levantar. Aunque esta vez fue en un punto de encuentro y a un horario acordado.
Itinerario por Georgia con vehículo de alquiler
Sólo disponíamos de diez días para recorrer Georgia. Comenzamos a evaluar las distintas opciones e itinerarios posibles. Tuvimos que priorizar que nos interesa conocer y en base a eso, comenzar a planificar.
Georgia: Guía completa de viaje
ACLARACIONES SOBRE ESTA GUÍA DE VIAJE A GEORGIA
La información recogida aquí se corresponde con nuestro a Georgia en septiembre del 2016.
Todos los datos están basados en nuestra propia experiencia. De este modo, los precios son los que nosotros pagamos, y los trámites, los que nosotros mismos realizamos.
Esperamos que cumpla su objetivo: serle útil a futuros viajeros. Cualquier duda, pregunta o comentario, no duden en hacerlo llegar.
¡Buen viaje y disfruten de Georgia!
INTRODUCCIÓN
Siendo tierra de vinos, quesos y montañas verdes Georgia es, sin duda, uno de los países más lindos que visitamos. Georgia se ubica en la región del Cáucaso, a mitad de camino entre Europa y Asia (aunque ellos se mueren de ganas de ser europeos).
Georgia es un país fácil, barato y con opciones turísticas para todos los gustos. Desgraciadamente (o por suerte) es un país muy poco conocido y con un turismo que ha crecido sólo en los últimos años.
A su vez, fue una de las quince ex naciones socialistas soviéticas (URSS), razón por la cual aún mantiene mucha influencia de Rusia a pesar de los conflictos territoriales que mantiene con el gran gigante. Todo esto convive con paisajes soñados y con mucha impronta medieval.
VISA
La mayoría de las nacionalidades latinoamericanas y europeas no requieren visa para ingresar a Georgia. El tiempo máximo permitido de estadía es de 90 días.
Acá podes encontrar más información.
MONEDA
La moneda es el Lari georgiano (GEL). Los billetes son de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100 y 200 Lari y las monedas de 1, 2, 5, 10, 20 y 50 Tetri (centavos) y de 1 y 2 Laris.
Aquí van algunas conversiones para tener una idea (al 23/10/2016):
La relación yuan-dólar es de 1 USD → 2,37 GEL.
La relación yuan-euro es de 1 EUR → 2,58 GEL.
Para ver la cotización actual xe.com
Es importante pensar como manejar las finanzas. Hay varias opciones:
– Viajar con cheques viajeros. En todas las ciudades importantes hay casa de cambio que los aceptan. El tipo de cambio es apenas un poco más bajo.
– Viajar con efectivo. Lo más fácil de cambiar son dólares en bancos o casas de cambio. Hay que prestar especial atención a los distintos cambios. Nos pasó de ver casas de cambio con una tasa bajísimas y otras con un tipo de cambio muy malo.
– Sacar dinero vía cajeros automáticos o manejarse con tarjetas de crédito. Cajeros (ATM) hay por todos lados.
Para nosotros lo más cómodo y simple fue ir sacando plata de cajeros automáticos a medida que el viaje va avanzando. En la mayoría de las ciudades y pueblos encontrarás uno y podes obtener liras con tu tarjeta de crédito o débito. Esta opción fue la más segura y barata para nosotros. El inconveniente es que necesitás una cuenta bancaria o al menos una tarjeta a tu nombre.
Si optan por la tarjeta de crédito o débito, recuerden tener siempre una reserva de dinero en efectivo. Nos pasó de estar en pueblos sin cajeros o sin luz.
IDIOMA
El idioma oficial es el georgiano y se caracteriza por una escritura bastante particular. Diríamos, imposible de leer. Al haber sido parte de la URSS la mayoría de la población también habla ruso, incluso los jóvenes.
En las regiones turísticas (casi) todos hablan inglés, por lo cual el idioma no es problema. Pero, como siempre decimos, es agradable conocer algunas palabras del idioma local aunque no sea del todo necesario.
CLIMA
Georgia tiene una geografía diversa. Nace en las orillas del mar Negro y termina en el valle del Cáucaso, albergando dentro sí las montañas más altas de la región.
Por lo cual, en invierno hace bastante frío y en verano bastante calor. Lo ideal es ir en otoño o primavera para no sufrir las temperaturas en extremo.
El mayor inconveniente de ir en invierno es que la mayoría de los caminos de montañas se cierran y todo el norte del país queda anegado, pero es ideal para aquellos que les gustan los deportes invernales.
PRESUPUESTO
Georgia no se caracteriza por ser un país “súper barato” pero con ingenio se puede encontrar el modo de viajar sin gastarnos todo nuestro presupuesto. Como siempre, un viaje puede ser tan caro y tan barato como uno de deseé y planeé. En nuestro caso siempre viajamos de un modo económico, al mejor estilo mochilero.
No realizamos excursiones pagas (nos las ingeniamos para realizarlas nosotros mismos) y solemos optar por transporte público antes que tomar un taxi o autos privados con chofer. Viajamos lento y de manera pausada. Solemos informarnos bastante sobre precios, distancias, medios de transporte o cualquier otra variable que intervenga.
Cuando más rápido uno quiere viajar y más destinos en menos tiempo quiere ver, el presupuesto se encarece mucho más.
Un presupuesto muchilero (holgado) promedio en Georgia puede ser de unas 50 liras diarias. Incluye alojamiento (hostel con baño compartido), comida y transportes públicos. Lo que da unos veinte dólares por día.
Lo bueno de Georgia, es que a diferencia de otros sitios la mayoría de los sitios de intereses turísticos son gratuitos.
Este presupuesto se descompone en tres cosas básicas. Comer, dormir y viajar:
Comida
Lo mejor de Georgia es el vino, aunque siendo sinceros, los vinos de Argentina le pasan el trapo.
La gastronomía georgiana no es algo que haya fascinado. Por el contrario, nos decepciono un poco. Además de las conocidas comidas continentales, lo más común en Georgia son los kanchapuri. Se trata de un pan relleno de huevo, queso y manteca. En algunos sitios lo sirven abierto y en otros, cerrado. También vienen relleno de verduras o carnes.
Otro clásico Georgianos son los khinkalis, unas empanaditas rellenas de carne. Son muy baratas y también vienen servidas de queso, champiñones o papa, por ejemplo.
Alojamiento
Las opciones de alojamiento van desde hoteles de súper lujo hasta hostels compartidos a muy bajo precio. Por otro lado, Georgia es el país ideal para quienes les gustan acampar. Al tener muchas montañas y parques naturales, poner la carpa es lo más común. Se puede acampar en casi todos los sitios sin ningún problema.
Para nosotros, la mejor opción son las casas de huéspedes (guest-house). El precio es por día y es al mejor estilo AirB&B. Es decir, suelen ser casas de familia con habitación de alquiler. Algunas con baño privado, alguna incluyen desayuno, etc. Hay muchas opciones y cada una de adapta a los distintos presupuesto.
Transporte
Georgia, como ya dijimos, es un país que se adapta a todos los presupuesto y estilos de viaje. Es un país chico que se puede recorrer muy bien en bicicleta, a dedo (autostop), con vehículos de alquiler y en transporte público.
Nosotros llegamos a Tbilisi desde Armenia. Lo hicimos a dedo. Georgia es un país donde hacer dedo es muy fácil. Hay muchos camioneros, las rutas están en buen estado y en general hay buena predisposición con los autoestopistas. En todo caso, basta ver las banquinas. Hasta los georgianos suelen hacer dedo.
Para recorrer el resto del país optamos por un vehículo de alquiler. ¿Las razones? Teníamos poco tiempo, las distancias sin cortas, nos encanta manejar, las rutas muestran unos países de ensueño y a muchos sitios solo se accede mediante vehículo. Por lo cual, tarde íbamos a tener que contratar un taxi. En ese caso, lo mejor era ya contar con la libertad de andar con vehículo propio. Además, contamos con el apoyo de Cars4rent.
CONEXIÓN A INTERNET Y TELEFONÍA CELULAR
En la gran mayoría de las ciudades (grandes y pequeñas) hay conexión a internet. Incluso muchos shoppings, restaurants y cadenas de comida rápida tienen wifi abierto.
Si van a estar varias semanas recorriendo el país lo más útil puede ser comprar una tarjeta sim activada con plan de datos. Son baratos y fáciles de obtener. Es más, si llegan al aeropuerto, la compañía Geocell (color violeta) las regala para turistas. En el centro, las venden a unos 5 Laris.
Para recargar, se puede utilizar las máquinas electrónicas que hay en casi todas las esquinas. Están en inglés y son muy intuitivas,
ITINERARIO
En total estuvimos diez días en el país y este fue nuestro itinerario:
-> Día 1 – Cruzamos la frontera desde Armenia. Dormimos en Tbilisi.
-> Día 2 – Tbilisi
-> Día 3 – Tbilisi – Visita a David Gareja
-> Día 4 – Kutaisi – Parando en Mtskheta, Jvari, Uplistsikhe (la ciudad de piedra), y Gori
-> Día 5 – Mestia
-> Día 6 – Mestía – Ushguli
-> Dia 7 – Mestía – Mazeri y glaciar Ushba
-> Día 8 – Sairme (Kutaisi)
-> Día 9 – Stepantsminda/Kazbegi
-> Día 10 – Tbilisi
*Podés leer más sobre nuestro itinerario por Georgia con vehículo en este apartado*
RECOMENDACIONES Y CONSEJOS
– Interiorizate: Georgia está atravesado por historia muy complicada e interesante. Trata de llegar a Georgia conociendo algo, de su geografía, cultura, historia política y de su situación actual. Al menos para nosotros, la situación política de los países que visitamos es una pregunta obligada.
– Planificá: Un viaje sale mejor cuando uno lo planifica, al menos un poco. No somos partidarios de un viaje plenamente organizado, con reservas y un itinerario definido. Somos partidarios de que el viaje se vaya armando a sí mismo, pero eso no quita que uno planifique, al menos, algo. Mira un mapa, que lugares te gustaría conocer, por qué, fijate si te quedan de paso, arma un posible recorrido. Tener en cuenta tu presupuesto, tus gustos y tus ganas.
– Dejá los prejuicios en casa, en serio. Tratá de no quedarte con lo obvio.
– Georgia es un país seguro, es casi inexistente la inseguridad y los robos. No existen, en parte, porque la policía esta todo el tiempo y a todo momento rondando por ahí. Igualmente, estate atento a tener ciertas precauciones.
¿CONVIENE VIAJAR CON SEGURO MÉDICO?
Nunca se sabe si lo vamos a necesitas, por lo cual, nosotros igual nos sacamos uno. Seguramente no lo uses, pero por las dudas… Mejor tenerlo y no usarlo, a necesitarlo y no tenerlo. Hay muchas ofertas y promociones, 2×1, descuentos. Les recomendamos que chequeen posibles cotizaciones y tipos de coberturas en Asegura tu viaje.
Kurdistán, prejuicios y hospitalidad de un pueblo
En nuestro viaje por el Kurdistán Iraní nuestras pupilas archivaron paisajes montañosos, lagos y distintos pueblitos anclados en algunos valles perdidos. Pero lo que más recordamos no es algo que nuestros ojos puedan guardar porque si hay algo que identifica a Kurdistán, es su cultura milenaria. Descendiente de los medos, imperio que coexistió con el Persa.
***
Kurdistán, en realidad, es una región que abarca varios países. Irán, por supuesto, pero también Irak, Siria y Turquía. Tienen su propio idioma y la mayoría son musulmanes sunitas, algo que sobresale en un país musulmán chiita como lo es Irán. Hoy los kurdos son más de cuarenta millones.
El pueblo kurdo se hizo famoso por los conflictos bélicos que afronta la región: la revolución en Siria y la guerra contra el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en Inglés, Islamic State of Iraq and Syria).
Hoy en día los kurdos no tienen un Estado que los representa. La mayoría de su pueblo está desperdigado en cuatro países distintos, aunque muchas veces se comportan como si las fronteras impuestas no existieran. Por ejemplo, a las amenazas del ISIS en territorios kurdos sirios e iraquíes respondieron incluso los kurdos de otros países formando una de las líneas más importante de defensa. En la región de Kobane, por ejemplo, un ejército de mujeres guerrilleras toman acciones diariamente para defender las fronteras de su territorio, de su identidad y de su historia. A fin de cuentas, su pedido pide volver a definir las fronteras del pueblo kurdo.
Pueden leer esta nota de Proyecto Kahlo que cuenta cómo este mismo ejército de mujeres guerrilleras toman acciones diariamente para defender las fronteras de su territorio, de su identidad y de su historia en el Kurdistán Sirio.
Antes de llegar a Irán, habitantes de países vecinos (y algunos no tanto) nos insistían sobre el peligro de viajar por aquel país. “Son terroristas, los van a matar”. Nada de eso pasó. Y desde que llegamos los iraníes no pararon de decirnos que ellos no eran terroristas, sino buena gente y que es todo eso es culpa de la prensa internacional. Pero nos advirtieron que los terroristas eran otros, los kurdos. De esos sí teníamos que tener cuidado. Algo que se repite en todo el globo. El vecino siempre es más peligroso. En los países bálticos nos advertían sobre los rusos, los rusos sobre los mongoles y estos sobre los chinos.
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Estábamos en las afueras Marivan, un poco tarde, haciendo dedo para llegar a Sanandaj (capital de Kurdistán) donde nos esperaba una familia que habíamos conocido días atrás. Hacía calor, como siempre en Irán, y no esperamos ni cinco minutos hasta que paró el primer auto. Bajó un hombre kurdo, vestido con las típicas ropas kurdas. No teníamos idioma en común. Nuestras frases en farsi se acabaron rápidamente por lo que seguimos comunicándonos por señas. El conductor demostró paciencia y luego de que entendimos hacia donde se dirigía nos abrió el baúl para poner las mochilas. La siguiente imagen nos hizo dudar. Tenía dos rifles y varias municiones. Por un instante dudamos, ¿Qué hacer? Subimos igual.
Desde ese momento hasta que bajamos trató de explicarnos que las armas del baúl eran para cazar. Consiente del prejuicio impuesto a su pueblo, se moría de vergüenza. Nos invitó a dormir a su casa, pero como nos estaban esperando en Sanandaj, tuvimos que rechazar la propuesta. Entonces propuso parar a tomar un té.
Bajamos y nos sentamos los tres juntos. El silencio incómodo del no tener un idioma en común reinaba. El kurdo que atendía la casa de té tenía un gran bigote y hablaba un poco de inglés. Cuatro o cinco frases que repetía varias veces. Luego de emocionarse hasta las lágrimas gritando Maradona y Messi entendimos que nos invitó a su casa, que estaba en una aldea no muy lejos. También tuvimos que rechazar la propuesta. No nos dejaron pagar el té. El que nos llevaba tampoco pudo, todo fue una invitación del dueño de la casa de té.
Seguimos un poco más con nuestro conductor hasta que nos dejó en un bifurcación. Nos dimos la mano y extrañamente nos pidió perdón. Nos sacamos una foto y se fue.
No comparto ni la tenencia de armas ni la caza, pero tampoco las estigmatizaciones que reciben los pueblos. «Los colombianos son narcotraficantes, los rusos fríos, los indios sucios y los kurdos peligrosos».
Nuestra experiencia es totalmente subjetiva como cualquier otra, pero si hay algo en lo que ayuda viajar es a destruir prejuicios. Y sí, somos reiterativos, pero que hospitalarios son los kurdos.
Info útil
*Transporte:
- Recorrimos todo a dedo. Lo más fácil para transportarse y la mejor manera para conocer gente.
* Alojamiento:
- Utilizamos mucho couchsurfing o simplemente aceptamos las propuestas de los kurdos que nos invitaban a sus casas. Tuvimos tantas que muchas las rechazamos.
* ¿Qué ver?:
- Sanandaj: Es una ciudad. No es la gran cosa pero fue nuestra puerta de entrada y salida.
- Marivan: Tiene el lago Zarivar que es pintoresco, pero sobre todo por los pueblitos que lo rodean.
- Cuevas Quri Qaleh: Es un sistema de cuevas, que para nosotros no fue la gran cosas pero los iraníes las adoran.
- Palangan: Pequeña aldea súper pintoresca.
- El valle de Howraman y alguno de sus pueblitos.
- Para nosotros no hubo grandes puntos de interés. Lo mejor la gente y la cultura kurda.
Persépolis y el ocaso del Imperio persa
“Que no venga a esta nación ni el ejercito enemigo ni la hambruna ni la mentira. Esta petición le hago yo a Ahura Mazda con todos los dioses.”
Palabras de Darío I situadas en la escalera de acceso a Persépolis.
“Cada vez que contempla uno ciudades, templos, palacios ya muertos, se pregunta por la suerte que corrieron sus constructores. Por su dolor, sus columnas vertebrales rotas, por los ojos que saltaron de sus cuencas al recibir el impacto de una esquirla, por su reumatismo. Por su vida desgraciada. Su sufrimiento. Y entonces surge la siguiente pregunta: ¿podrían existir tamañas maravillas sin ese sufrimiento ¿Sin el látigo del vigilante? ¿Sin ese miedo que anida en el esclavo? ¿Sin esa soberbia que anida en el soberano? En una palabra, ¿no habrá sido el gran arte del pasado obra de lo que el hombre tiene de malo y negativo? Y al mismo tiempo, ¿no lo habrá creado su convicción de que lo negativo y lo débil que lleva dentro puede ser vencido sólo por lo bello, sólo por el esfuerzo y la voluntad de crearlo? ¿Y de que lo único que no cambia nunca es la forma de la belleza? ¿Y de la necesidad de ella que vive en nosotros?”
Viajes con Heródoto – Ryszard Kapuściński
“Mirá como se me pone la piel de gallina”. Nos decía Mohamed, el chico que nos estaba llevando gentilmente y sin esperar nada a cambio hacia la puerta de Persépolis. “Esta es la verdadera alma de Irán. El motivo de nuestra grandeza. Todo gracias al glorioso imperio persa”, agrega mientras enciende las balizas, habíamos llegado al gran complejo histórico. Dos mil quinientos años pasaron de la fundación de la ciudad pero la memoria sigue intacta.
Nuestro conductor era joven, no llega a los treinta años pero se emocionaba mientras nos hablaba de sus reyes y sus dioses. “Yo soy musulmán, pero se que el Islam es algo que vino de afuera. Sin embargo, todo lo que hizo el Imperio Persa se construyó desde adentro, fuimos nosotros.”
La distancia entre Shiraz y Persépolis es corta, unos treinta kilómetros y la conversación se acabó de forma repentina. Creo que ambas partes nos quedamos con ganas de hablar más. Hasta incluso le ofrecimos que venga con nosotros y sea nuestro guía, pero sus obligaciones laborales hizo que fuera imposible. Intercambiamos contactos, por las dudas.
Persépolis en realidad es un nombre extranjero que proviene del griego. Significa ciudad persa. En Irán lo llaman de otra forma Tajt-e Yamshid (lo que significa, Trono de Yamshid). Es la mayor atracción turística del país e históricamente el lugar más importante.
A pesar de ser temprano el sol ya pegaba de lleno en aquel árido lugar. Algo común. Como nos fue común en el viaje escuchar de todos los iraníes hablar maravillas de Persépolis, hayan estado o no. Hay algo del orgullo nacional que se desarrolla a partir de la grandeza de los estados. Todos los pueblos tienen su momento de apogeo. Suelen haber pasado por momentos donde ocupaban un territorio mucho más grande que hoy en día. El Imperio Persa ocupó desde India al Mar Mediterráneo, controlando lugares como Egipto o Asia Central. De ahí la devoción por aquel pasado que lo califican como “glorioso”.
Pero así no le pareció a Jomeini, aquel vetusto ayatollah que lideró la revolución iraní, que quiso demolerlo por tratarse de un lugar muy identificado con el Sha y sus banquetes. Sólo el pueblo de Irán pudo frenarlo haciendo manifestaciones para demostrar su rechazo. Gracias a esas marchas es que hay podemos seguir disfrutando de gran parte de la vieja capital persa.
Al llegar a Persépolis (ya con el ticket en mano) lo primero que uno ve es una larga escalera imponente. En realidad son dos simétricas que luego convergen. De ahí en adelante caminar por Persépolis suele ser tranquilo y la emoción dependerá de lo mucho que a uno le interese.
Nosotros quedamos como suspendidos en el tiempo moviéndonos en cámara lenta por cada uno de los relieves de las piedras. Nos quedamos chiquitos entendiendo la cantidad de milenios que nos separan y dándonos cuenta que vivimos en un mundo donde hace miles de años se lucha, por el motivo que sea, para tener un lugar, por el que fuere.
La ciudad está construida en una gran terraza donde están distribuidos todos los palacios y otros edificios reales como el tesoro o el harén. De todos ellos quedan algunas piedras en forma de columna o algunas otras con representaciones de animales con cabezas humanas, grifos, vasallos o grabados.
Jerjes I, gran rey persa, llegó hasta Atenas logrando saquear la Acrópolis. Ese fue el momento de esplendor del imperio. Ciento cincuenta años después Alejandro Magno llegó a Persépolis arrasando con todo lo que se le puso por delante.
Hay dos teorías alrededor de la destrucción de Persépolis. La primera y más sobria habla de una decisión política de Alejandro Magno para demostrar el cambio de poder y que ahora era él el que mandaba. Pero es cierto que en sus anteriores campañas no había ordenado destruir otras ciudades conquistadas. Entonces es ahí que empieza a tomar fuerza la segunda hipótesis. Alejandro, en un noche de borrachera con el buen vino de la región, se dejó persuadir por Tais, una cortesana que lo acompañaba, y lanzó una antorcha sobre el palacio de Jerjes I para vengar el anterior saqueo de Atenas.
Sea como fuere, hoy los turistas nos privamos de ver en su plenitud las maravillosas construcciones, como así también de probar el famoso vino de Shiraz, prohibido por el estado islámico.
Esa misma noche llamamos a Mohamed que no había dicho que podía conseguir una botella de vino de un buen precio. Todo sea para brindar por la memoria de los pueblos.
Info útil
*Como llegar:
- La más sencillo y caro es tomar un taxi. Se puede compartir. En la calle sin siquiera preguntar nos habían dicho 80.000 tomens (24 USD) por ir a Persepolis, luego a Naqsh-e Rostam. Un plan de medio día.
- Otra opción es tomar colectivos (savari) que salen de la estación Karandish en Shiraz. Si no hay directo a Persépolis pueden ir a primero a Marvdasht y de ahí a Persépolis.
- Nosotros fuimos a dedo. Tan simple como ir hasta Qur’an Gate (Qur’an Darvaza), caminar un poco hasta una playa de estacionamiento y de ahí empezar a agitar el pulgar. Luego, desde el estacionamiento de Persépolis conseguimos quien nos lleve a Naqsh-e Rostam.
* Precio:
- Persépolis vale 20.000 tomens (6 USD). Naqsh-e Rostam 20.000 (6 USD). Este último no vale tanto la pena.
* Donde dormir en Shiraz:
- Nosotros nos alojamos en Taha Hostel. La habitación estaba muy bien e incluía desayuno. Es algo así como el lugar donde van todos los mochileros, por lo tanto es un buen punto para intercambiar información.
Teherán, desaparecer en Irán
– ¿Me lo pongo ahora?
– Pero si todavía estamos en Azerbaiyán. No seas ridícula, esperá a que hagamos migraciones.
– ¿Me lo pongo ahora?
– No sé. Todavía no entramos pero como vos quieras.
El cartel intervino en la escena. “Bienvenidos a la República Islámica de Irán”. El cartel cumplía una doble función, nos daba la bienvenida a uno de los principales protagonistas del mal llamado “eje del mal” y por otro lado, me indicaba que ese era el momento.
La leyenda iba acompañada por un dibujo de la bandera de Irán. Me llamó la atención el detalle del centro: con la revolución, el león con la espada fue reemplazo con una representación de Alá. Los colores siguen siendo los mismos. Al lado de la bandera y sin perder importancia estaba el retrato. Mejor dicho, los retratos. Jomeini y Jamenei me miraban de manera inquietante. Tenían razón, era hora.
Debajo de ellos, un cartel indicaba que a partir de ahora comenzaba a regir la Sharia, la ley islámica y quien no la cumpla será severamente castigado. Abrí la mochila y saqué el pañuelo rojo. Tenía que cubrirme la cabeza, también los brazos y las piernas. Se acabó la temporada de shorts y musculosas. Con la cámara del celular revisé que nada haya quedado a luz. Siendo sincera, no es la primera vez que debo cubrirme. En Rusia era condición para entrar en las iglesias ortodoxas y en India lo hacía a menudo sobre todo cuando estuvimos tan cerca de Pakistán. Pero saber, que ahora, era obligatorio me abrumaba por completo.
Las fronteras terrestres suelen ser curiosas. En realidad, se trata de un mismo pedazo de tierra pero totalmente distinto. No hay free-shop ni maquinitas de café como en los aeropuertos, o al menos, acá no hay nada de eso. Sólo un largo pasillos. “Tierras internacionales”.
Un policía nos dio la bienvenida a la República Islámica de Irán con un perfecto inglés. El oficial de migraciones nos invitó a sentarnos y nos ofreció agua fresca. No estaba tan mal, sobre todo si uno es consciente de estar ingresando a un país catalogado de “peligroso”, “terrorista” e “islámico”. Como si los tres adjetivos fueran sinónimos.
Con un sello en el pasaporte totalmente atemporal (el calendario persa va por el año 1394) pusimos un pie en la primer ciudad fronteriza. Apabullante. Carteles en farsi, números persas, muchísimos autos, muchísimas personas, mujeres con chador, otras con hiyab, muchísimos taxis. Y ahí, en ese malón de gente, comencé a desaparecer.
Nuestro destino era Teherán, la capital de Irán. Estaba lejos, más de quinientos kilómetros pero viendo el tráfico, el buen estado de la ruta y la hospitalidad de la gente decidimos hacer el esfuerzo e ir de un solo tirón y en un sólo día.
Primero nos levantó un buen hombre, orgulloso de Irán y de su condición de iraní. Para él, era un pena que occidente confunda todo y no sepa separar un terrorista de un musulmán. Para mi, era imposible entender como él no me hablaba salvo utilizando la tercera persona por intermedio de Lucas. “¿Y ella como se llama? ¿Y ella es su esposa? ¿Y ya le dio hijos? ¿Y ella a que se dedica?” Al principio no entendía la lógica y respondía yo misma. “Soy Ludmila, tengo 27. Soy Psicóloga, etc.” Pero mis respuestas no llegaban a ningún lado, Lucas debía hablar por mi. “Ah, y ahora viajan y escriben. Escriban sobre Irán” dijo el hombre y así nos despedimos. Bah, se despidieron. El saludo dirigido a mi fue pura cortesía.
Luego, frenó un camión. De esos largos y pesados. De esos lentos pero desde los cuales se obtienen las mejores vistas panorámicas. En general, los camiones tiene solo dos asientos. Por cual, uno de los dos –léase yo- suele ir en la cama que los camiones tiene por detrás. Sí, los camiones son verdaderas casas rodantes. Pero esta vez fue distinto. Si yo iba atrás, iba a ir cerca del camionero y no podía ser. Lucas debía ir en el medio. Mediando la situación, de nuevo.
La historia se repite. Yo sacaba temas de conversación pero el camionero, muy atento, le ofrecía galletitas a Lucas para que él me convide a mi. Y así, me fui llamando al silencio. No tenía sentido seguir intentando hablar.
Del silencio al sueño, en mi caso, hay un solo paso. Para quienes no me conocen soy de las pocas personas que pueden dormir en cualquier lado y en cualquier situación. Incluso, parada en el tren o en un corto trayecto de ascensor.
Acá fue lo mismo. Las luces de la ciudad oficiaron de despertador. Estábamos entrando a Teherán. Eran las dos de la mañana pero las calles estaban despiertas. Los carteles de Jomeini y Jamenei estaban por todas partes y miles de personas iban y volvían, quien sabe en que orden.
Llegar a Teherán es uno de esos momentos cúlmines en nuestro historial viajero. Irán es un país especial y Teherán, su brumosa capital. Y la bruma es literal, posiblemente causada por su más de doce millones de habitantes. También es la ciudad de la revolución. La ciudad de la cual escapó el Sha y a la cual regresó Jomeini victorioso, luego de su exilió. Allí la revolución se gestó, explotó y finalmente terminó. De eso pasaros apenas cuarenta años. Es historias reciente.
Un taxi nos llevó al hostel. La ciudad es demasiado enorme y tardamos 40 minutos para cruzarla. Quizá no parece tanto tiempo, pero si consideramos que son las dos de la mañana parece mucho más. El taxista tenía cara de pocos amigos y se enojaba al ver que no teníamos la dirección en farsi sino en inglés. Así y todo decidió llevarnos. Se perdía, no encontraba la calle, que en realidad era una callecita que sale de la calle principal y que tenía el mismo el nombre. Yo quería preguntarle por la revolución, pero no podía. El tacho, sin embargo, decidió preguntarle a unos pibes que estaban charlando en una esquina por el hostel. Así fue como lo conocimos a Meghregan, quien nos buscó la dirección en farsi en su celular.
Al otro día, Meghregan nos esperaba a almorzar en su casa. Nos recibió su mamá. Lo primero que hizo, fue darme tres besos e insistentemente, me sacó el pañuelo de la cabeza. No se si me pedía disculpas o que, pero insistió en que no debía taparme en su casa. Ella estaba en musculosa y fumaba. Meghregan nos ofreció algunas cervezas. Todo un acto de ilegalidad.
Su abuelo fue uno de los muchachos del Sha. Hoy él y su familia son la oposición al no muy democrático gobierno. Su papá pasó más de diez años en cárcel, fue un preso político y la realidad es que se notaba. Se notaba en su postura, en su mirada y los años que le llevaba a su esposa. Quería hacerle muchas preguntas, pero no podía. Mi lugar estaba en ayudar a la mamá a poner la mesa y en tomar un té con los muchachos.
Comimos abgusht, una suerte de estofado que se come en dos tandas. La primera parte de la comida consiste en una sopa (precisamente el caldo donde se cocino la carne) acompañada de pan sin miga. La segunda, en comer la carne pero procesada con otros vegetales. La comida iraní no tiene absolutamente nada de especial.
Luego del almuerzo, Meghregan nos invitó a dar una vuelta por la ciudad. Las vueltas de la vida y las calles contramano hacen que lleguemos a la Embajada de EEUU. El semáforo se puso en rojo. La embajada estaba llena de grafitis y de consignas antiimperialistas. A su vez, Jomeini y Jamenei miran de reojo con ánimos de satisfacción. Nadie puede negar que ganaron una batalla al enemigo más grande, pero tampoco podemos afirmar que haya sido una victoria con grandes beneficios. La revolución era algo necesario, pero se terminó transformando en otra dictadura. Jomeini, Jamenei y millones más pedían libertad, se opinión al régimen dictatorial del Sha pero ¿cuál fue el resultado?
Hoy, por su puesto, la embajada no funciona como tal. Meghregan se muere de ganas de conocer EEUU, pero sabe que no es fácil. Yo no entendía nada y me invadían las preguntas. El problema era que no tenía a quien preguntarle. Igualmente le pregunto.
Verde. Avanzamos. Una señora que va en el auto de al lado me hace señas. Se me cayó el pañuelo y tengo el cabello descubierto. A veces me olvido de la ley islámica y se me ocurren hacer preguntas. Es que no podía de ser otra manera, Irán es un país para hacer preguntas. Muchas.
Cruzar el mar Caspio en un barco carguero
Eran las cuatro de la mañana, no había señales del amanecer ni tampoco del barco carguero que cruzaría el mar Caspio para llevarnos de Kazajistán a Azerbaiyán. Estábamos sentados en el puerto de Aktaú, en la intemperie y en unas sillas improvisadas tomando un té con un joven bielorruso y un viejo turco, conductor de un camión que también estaba esperando para cruzar. Nos perdimos la mitad de la conversación, un poco porque era en ruso, otro poco por el sueño.
Sabíamos que los barcos que cruzan el mar Caspio eran impuntuales, pero imaginamos que podíamos esperar ya a bordo, durmiendo, o en algún cómodo sillón. Pero no, todo está pensado para camioneros. No es un barco de pasajeros. Los camioneros duermen en sus camiones, que son como sus casas donde llevan desde cocina hasta un DVD portátil. Nosotros quedamos a merced de la noche, como el bielorruso. Él tenía la ventaja de poder hablar ruso con los kazajos, pero nosotros, también, teníamos nuestra ventaja. Él no tenía ticket, nosotros sí.
Recién a las cinco de la mañana llegó el barco. Hicimos migraciones, nos despedimos del bielorruso con la esperanza de verlo arriba del barco y nos metimos en un camarote caluroso para tratar de dormir un poco. Dormimos hasta que casi nos tiraron la puerta abajo para avisarnos que estaba el desayuno. En el medio, había pasado sólo dos horas.
Era un barco que incluía todas las comidas pero lejos estaba de ser un crucero de lujo. Si bien teníamos un camarote para nosotros solos, era precario. El óxido era el principal protagonista de todo. En total éramos alrededor de veinte pasajeros. Dieciséis camioneros turcos, una pareja de franceses y nosotros (el bielorruso finalmente no subió). Lo curioso es que con los únicos que compartíamos un idioma común era con los franceses, pero fue con quienes menos nos comunicamos.
Las comidas eran sosas, pero las señoras que la servían eran amables. El mayor pasatiempo de los pasajeros era tomar té, jugar a las cartas y fumar. El nuestro pasear por la cubierta, mirar el horizonte y leer.
Para ser sinceros, el camino más fácil para llegar a Azerbaiyán hubiese sido haberse tomado el avión, pero nos inclinamos por otra opción un poco más lenta: cruzar desde Kazajistán a Azerbaiyán en barco. A fin de cuentas, se trata de un medio de transporte que está en peligro de extinción. Los barcos se van dejando de usar. Todo por la necesidad de ser modernos.
El último barco que nos habíamos tomado fue rumbo las Islas Andamán. En total, cinco días en el Océano Índico marcados por la rutina. Horario de lectura, de comida, de escritura, de más comida, de charlas, de cartas. Mientras eso transcurría sentía estar viviendo la muerte de un medio de transporte. Los barcos para pasajeros van a desaparecer a excepción de los lujosos cruceros.
Por eso, cuando surgió la posibilidad de ir en barco hasta a Azerbaiyán no lo dudé, le insistí a Ludmila y me dispuse a disfrutar de uno de los placeres que se nos priva bastante. Uno de los mayores lujos del barco es disponer de tiempo para dejar que la mente fantaseé y nos lleve por viejos recuerdos y nuevas ideas. Una especie de meditación en altamar para curar los dolores del alma. Una cura simple pero que nadie tiene tiempo de practicarla.
Fue un viaje corto, de 30 horas, pero sirvió para sentir el viento en la cara, ver las gaviotas volar y pensar en lo que todavía queda del viaje.
La excusa para hablar sobre nosotros
«Twenty years from now you will be more disappointed by the things that you didn’t do than by the ones you did so. So throw off the bowlines. Sail away from the safe harbor. Catch the trade winds in your sails. Explore. Dream. Discover.»
Mark Twain
“Nuestra historia es simple. Podría ser la historia de cualquiera persona acá presente, pero con sólo una única diferencia: Nosotros nos animamos. Nosotros tomamos la decisión y lo hicimos: salimos a cumplir nuestro sueño. Uno de nuestros tantos sueños.”
Así comenzaba la charla que dimos semanas atrás en Aktau, una ciudad de Kazajistán ubicada a orillas en el Mar Caspio. La charla tenía lugar en la terraza de un hotel cinco estrellas, ubicado frente al mar, desde donde se veía el sol caer como una bola roja sobre la perfección del horizonte.
Había casi veinte mesas, todas ocupadas. Los kazajos son elegantes y esa terraza invitaba a hacerlo. Todos estaban bien vestidos, tomando una margarita y comiendo quesos franceses.
Ahí estamos nosotros dos, improvisando una charla mitad en inglés, mitad en ruso, en zapatillas. Haciendo lo que más nos gusta, contar historias:
***
Somos Lucas y Ludmila, de Buenos Aires, Argentina. Casi treinta años y una carrera universitaria. Vivíamos en un lindo departamento amueblado, teníamos un auto, libros, electrodomésticos y un balcón con muchas plantas. Un día, decimos deshacernos todo. Renunciar a nuestros trabajos, regalar las plantas y donar nuestra ropa. Ese día sacamos dos boletos de avión con destino a Nueva Delhi, India. No teníamos previsto fecha de regreso.
Nuestra familia y nuestros amigos nos trataron de locos. Estábamos equivocados. Estábamos a punto de desperdiciar toda nuestra vida. Teníamos que casarnos, tener hijos, formar una familia, comprar más plantas y conseguir un trabajo mejor. Pero nosotros no queríamos eso para nosotros. Al menos, no en aquel momento. Nosotros queríamos viajar. Conocer el mundo y conocer las personas que habitan el mundo. No queríamos quedarnos sólo con los estereotipos que vemos en televisión ni con los libros de historia, queríamos conocer el mundo de primera mano: a través de nuestros propios ojos y en profundidad.
Llegar a India no fue fácil. Nosotros también teníamos nuestros propios miedos. Nunca habíamos viajado tan lejos ni a culturas tan distintas. Los primeros cinco minutos en la estación de Nueva Delhi fueron terribles: bocinas, ruido, gente, olores fuertes, vacas, basura, mendigos, niños desnudos pidiéndonos plata. Fue un golpe duro. Una cachetada. De pronto y por arte de magia, habíamos dejado la burbuja en la que vivíamos en Buenos Aires y habíamos llegado a la otra punta del mundo. Una parte del mundo donde pasan cosas, donde estallan bombas, donde la gente tiene hambre y donde las vacas se pasean por las calles. Todo lo que habíamos visto de India en películas y documentales, ahora cobraba vida delante de nuestros ojos.
Mis pensamientos fueron dos: “Esto es de verdad y yo quiero volver a mi casa”. En ese instante, un grupo de mujeres nos rodeó y empezaron a tirarnos de la ropa y de las mochilas pidiéndonos plata. Yo quería llorar. Como pudimos, conseguimos una habitación en un hotel mugriento. Me pasé una semana enferma. Triste, descompuesta y dudando de haber tomado la decisión incorrecta. Pero ya estábamos ahí. Habíamos volado desde Buenos Aires y no teníamos fecha de regreso. Decidimos tomar coraje y darle una nueva oportunidad a India. Sacamos un boleto de tren hasta Amritsar, la frontera con Pakistán.
De aquel día pasaron más de tres años. Tres años en los que estuvimos viajando alrededor del mundo. Hasta el momento, recorrimos más de cuarenta países en tres continentes: América, Europa y Asia (nuestro favorito).
Tres años donde conocimos infinidad de personas, de historias, problemáticas sociales, modos de pensar, distintas religiones y distintos modos de vivir. Donde aprendimos historia, geografía, religión pero donde, sobre todo, nos enfrentamos a la cantidad de prejuicios y desconocimiento que tenemos. Pero en estos tres años no solo viajamos de un lugar a otro, de un país a otro, sino que, también, escribimos sobre nuestro viajes. Documentando todo lo que vimos para que quienes no pueden viajar, si lo hagan desde la comodidad de sus casas. Escribimos, también, para achicar distancias culturales. A fin de cuentas, sólo conocemos el mundo a través de los diarios y la televisión y ellos nunca dicen la verdad.
Por ejemplo, de los países en vías de desarrollo recibimos solamente malas noticias. Unas de las cosas buenas de ser escritores de viaje es que podemos dar buenas noticias de lugares como Bangladesh o Bosnia y Herzegovina (que suenan como países terroristas). Ellos son personas como nosotros, amán, sueñan, llorar, ríen, festejan. Las diferencias culturales son algo mínimo pero nos hacen creer que es el todo.
Sí, lo primero que aprendimos en estos tres años de viajes es que a los países los hacen las personas que en ellos habitan. Nos pasó en Europa, cuando estábamos a punto de cruzar a Rusia en pleno conflicto con Crimea. Todos nos decía que Rusia era peligroso, que nos iban a secuestrar y a matar. ¡Que no vayamos por nada del mundo!
En total estuvimos casi tres meses en Rusia; Cruzamos desde San Petersburgo hasta Mongolia. Más de 6.000 kilómetros donde casi exclusivamente hicimos dedo (autostop). Nadie nos mató, ni nos secuestró. Al contrario, el pueblo ruso fue uno de los más hospitalarios. Son buena gente pero con muy mala prensa internacional.
La gente de los distintos países está dispuesta y orgullosa de mostrarte su cultura. Los niveles de hospitalidad que uno recibe en la ruta son increíbles. Sobre todo en países que están catalogados como “Ahí no hay que ir”.
Nosotros no viajamos de manera superficial. Tratamos de meternos en cada destino y no somos los únicos. Cada vez es más la gente que se toma el viaje como un estilo de vida y no como un simple plan de vacaciones dos semanas al año. Podemos decir que no viajamos por las fotos, ni para sacarnos una selfie, viajamos para aprender a ser mejores personas.
Pero no siempre nos va bien en el viajar. Muchas veces nos encontramos en situaciones peligrosas donde tuvimos miedo. Ante cualquier situación complicada o que nos sentimos inseguros siempre tenemos un arma que nos protege y que hasta ahora nos va muy bien: SONREÍR.
También confiar en el instinto. Cuanto más lo usamos, más aprendemos a escucharlo. Viajar es fácil, en lugares remotos no hay que entrar en pánico, simplemente hay que rodearse de buena gente y ver que la gente en todo el mundo va a tratar de ayudarte y no de lastimarte.
En resumen, podemos decir que viajamos para
√ Aprender: Historia, cultura o religión, por ejemplo. Aprendemos de las cosas buenas de cada país y tratamos de implementar en nuestro día a día y también, aprendemos de las cosas malas. Tratando de evitarla y cambiar.
√ Conectarnos: Con nosotros mismos, con la naturaleza, con las personas.
√ Sorprendernos: Viajando descubrimos todo un mundo nuevo del cual no teníamos idea.
Viajar, por su parte, atenta contra nuestro etnocentrismo. Nos muestra que no somos los únicos, ni los mejores. Que nuestro país no es el ideal, que nuestras políticas internacionales no son buenas, que nuestro empleo es malo, etc. Nos demuestra que las cosas no son como creemos que son. Viajar nos obliga a cambiar el chip básico de la vida. Y para eso la empatía es primordial, conocer al otro, comprenderlo y no juzgarlo sólo por ser distinto.
Durante el viaje hicimos cosas que nunca creímos que íbamos a hacer, conocimos personas que nos cambiaron y vivimos cosas que vamos a recordar por el resto de nuestras vidas.
Mucha gente cuando le contamos de nuestra historia nos dice: “Oh, yo quiero viajar tanto como ustedes”, y la realidad es que la mayoría de nosotros en este recinto, en realidad, puede hacerlo. El mundo no es un lugar peligroso como nuestras familias, los medios y la sociedad nos hace creer. Se necesita tiempo, que es algo que todos tenemos. Y es mentira que se necesita coraje, simplemente un poquito al principio para comenzar. Tampoco se necesita ser millonario ni gastar miles de dólares. Los gastos se resumen en tres grandes grupos. Transporte, comida y alojamiento. Si se lleva esos gastos a un mínimos aceptable (para uno mismo) puede llegar a ser más barato que vivir en tu propia ciudad. Para eso se necesita ingenio: La necesitad es la madre de las invenciones.
Pero viajar también tiene su parte negativa, por eso no es para todos. Uno a veces extraña, se siente solo (por más que viajemos acompañados), uno se enferma, hace mucho calor o mucho frío. Si uno supera eso y sale a la ruta con ánimos entonces significa que la ruta es el camino.
Los viajes dependen en definitiva de la gente que uno conoce. Playas paradisíacas, fiestas o paisajes increíbles no se disfrutan si uno no conecta con la gente adecuada. La mejor manera de describir un paisaje es a través de la gente que lo habita. Y estas cosas pasan cuando uno deja la comida del sillón, apaga la televisión y empieza a vivir la realidad por si misma.
Cruzamos Rusia de punta a punta, estuvimos en el desierto de Gobbi, en la muralla China y en el Tíbet. Descansamos en las playas de Tailandia y tomamos el café más rico del mundo en Vietnam. Nos tomamos un barco por cinco días para ir a las Islas Andamán, estuvimos un año en India viviendo en monasterios y con monjes budistas, nos bañamos con elefantes y aprendimos a comer con las manos en Bangladesh y con palitos chinos en China. Estuvimos tres veces en Kazajistán y recorrimos la ruta de la seda. Estuvimos en Europa, cuatro meses yendo desde Croacia hasta Estonia. Reconstruimos la antigua Yugoslavia, y la ex – Checoslovaquia. Ahora, estamos recorriendo la URSS y luego, Irán. Nos gustan los viajes cargados de historia, de política y nos apasionan los destinos/lugares no comunes. Viajamos por países ricos y por países en desarrollo, viajamos en primera clase de trenes súper rápidos y viajamos a dedo. Dormimos en carpa y en hoteles de cinco estrellas. Comemos con las manos, con palitos chinos y cubiertos de plata. Nos adaptamos, nos flexibilizamos.
Viajar, hoy para nosotros, es sinónimos de vivir. Nuestra vida es el viaje, por que a fin de cuentas, es el modo que encontramos de sentirnos vivos. Y en el peor de los casos, es el modo de juntar una buena cantidad se historias para contarle a nuestros futuros hijos cuando se vayan a dormir.