Mongolia II: Diez días en Ulan Bator
«Aunque no se sabe dónde puso Dios el paraíso,
podemos estar seguros de que eligió un sitio que no es este.»
Polvo, calles sin vereda, cueros de oveja secándose al sol, borrachos en masa, taxistas oportunistas y semáforos invisibles. Fue lo primero que vimos mientras llegábamos en tren a Ulan Bator, capital de Mongolia.
Ulan Bator parece más un pueblo grande que una capital. Así y todo es la ciudad más poblada de Mongolia. De los 3 millones de habitantes que tiene el país, la mitad vive en la única gran ciudad. Las calles se fueron trazando sobre la marcha y los edificios (en su mayoría de fachada soviética) no tienen más de 5 pisos. Hay unos poquísimos edificios modernos y todos fruto de la explotación minera.

La calle principal
Pero sí uno llega en tren a Ulan Bator lo primero que ve son miles de gers (carpa blanca típica mongola de forma circular) rodeados por cercos de madera. Son los nómadas que vinieron a probar suerte. El ganado ya no es tan rentable, el invierno es cada vez mas crudo y Ulan Bator les proporciona mejor educación a sus hijos. Pero las condiciones les son esquivas. Conseguir trabajo no es tarea sencilla, muchos se dedican a la construcción, pero en invierno es imposible con la nieve y los 40 grados bajo cero.

Ger
En total estuvimos 10 días en Ulan Bator y a diferencia del desierto de Gobi, al sol casi no aparece. La ciudad tiene mucha polución, y al estar en un valle siempre tiene una gran nube en su cielo. La única forma de mantener calientes los gers es prendiendo algún fuego. El problema es que en Mongolia no hay madera y no hay árboles. Resultado: prenden fuego con carbón mineral, kerosén, plástico y cualquier objeto inflamable que encuentren, lo que hace al ambiente irrespirable.
Los mongoles son toscos. Lo más jóvenes miran con timidez, los adultos miran con recelo. En la calle empujan, escupen y los más agiles la juegan de carteristas. Dejaron la naturaleza, el aire limpio y las inmensas extensiones para apretarse en la ciudad. Así como no cambiaron la casa tampoco cambiaron la ropa: túnicas de colores ajustada con fajas de colores. Sombreros y botas de cuero. Quizá los colores tienen que ver con la posibilidad de reconocerse en el infinito suelo dorado del desierto de Gobi, aunque ahora luzcan la ropa en la ciudad.
Es incómodo ser turista en Mongolia, porque la desigualdad y la pobreza nos incomodan. Mientras los shoppings se llenan, la inauguración de Burger King es un éxito y Luis Vitton no para de vender carteras hay cientos de miles de mongoles que esperan su oportunidad. Las excursiones se venden en dólares cuando gran parte de la población no recibe un ingreso fijo mensual.
Una tarde decidimos ir al Black Market. Un gran mercado que vende desde electrodomésticos hasta animales vivos. Ahí presenciamos una pelea entre dos vendedoras por un lugar. En Mongolia vimos varios violentos y borrachos. ¿Será producto de la angustia del que deja su vida conocida y se asienta en los suburbios de la capital esperando algo que nunca llega?
Ulan Bator representa la esquizofrenia en una sociedad. Nómadas que venden su ganado para conseguir trabajo en un local de comida rápida. Nómades que crecieron en la estepa y el desierto y que ahora viven hacinados en una ciudad que no busca darles oportunidades.
Es extraño, casi paradójico. Mongolia fue tierra de jinetes nómadas. Fue el corazón de uno de los imperios más extensos de la historia. El imperio mongol conquisto el sur de Asia y se metió en Europa. Comerciaron con reyes hindúes y fueron parte de la historia de las dinastías chinas. Marco Polo no fue el único que se maravilló de su poderío. ¿Y ahora? ¿Dónde quedó todo su progreso?
De conquistar el mundo entero pasaron a ser conquistados. Primero, los manchúes tomaron el imperio y con ello anexaron Mongolia al mapa de la dinastía Qing. Luego, bajo la órbita soviética los rusos quisieron llevar el progreso a Mongolia e invirtieron en la ciudad. Mongolia ha vivido una de las mayores paradojas de la historia, la implantación del comunismo en una sociedad nómada. Algunos aseguran que fue el país número dieciséis de la URSS. En todo caso, por seguro fue el segundo país en adoptar un régimen comunista.

El monumento a Genghis
Del resplandor de la época de los Kanes sólo guardan un improvisado museo. La estatua de Genghis Khan en el centro de la ciudad ahora se codea con las tiendas de grandes marcas. De los soviéticos quedaron los edificios y el alfabeto. El ruso se enseñó por mucho tiempo en las escuelas y ahora, el idioma mongol se escribe en cirílico.
Ulan Bator no nos gustó. Estuvimos 10 días tratando de encontrarle la lógica a la ciudad pero no hubo caso. Nos atrevemos a decir que es de las capitales más feas que visitamos. Quizá tiene que ver con el no comprender a los mongoles que dejan su vida nómade para buscar una oportunidad en la ciudad. Quizá porque nosotros, sacando las distancias, estamos recorriendo el camino contrario.
***
Este post forma parte de una trilogia que escribimos sobre nuestro viaje a Mongolia.
– Mongolia I: La llegada
– Mongolia II: Diez días en Ulan Bator
– Mongolia III: Éxodo a China.
Quizá, quieras leer, también, nuestra crónica sobre el Desierto de Gobi.
A mi me parecio la capital mas fea de las q he visitado tambien
Somos varios, entonces, con las mismas impresiones. Aunque no se si se trata sólo de la fealdad o no de la ciudad.
Saludos Mónica!
que porqueria de ciudad la verdad. Realmente lejos estan los años de gloria de los mongoles. Hace unos meses buceando por internet me cruce con este articulo y me puse a leerlo (y varios mas de sus viajes a traves de Asia desde el lago ruso hasta Tailandia). Pasaron los meses y en todo este tiempo me quedo boyando en la cabeza este articulo y lo que ustedes comentaban sobre los mongoles de hoy en dia…
esto quizas haya sido por una cuestion personal, resulta que justo cuando lo lei, estaba dejando la carrera en la Ciudad Universitaria (nunca me gusto el lugar, demasiado apretado, decaido, arruinado y lleno de hacinamiento…) y ver ese mismo hacinamiento en la ciudad mongola me provoco una gran impresion. Ahora estoy pensando que tal vez esta area metropolitana me enferma y que deberia mudarme a una ciudad mas chica. Pero bueno son solo reflexiones personales de este joven porteño que les escribe…
cuando empece a leer sus articulos, crei que ustedes eran españoles porque ellos tienen euros para costearse estos viajes por el mundo, sin embargo a medida que iba leyendo las notas me cautivaba su forma de escribir y la encontraba familiar… grande fue mi sorpresa cuando descubri que eran argentinos, ahi cerro todo, con razon podia entrever en sus lineas ese espiritu, esa forma tan nuestra de ver las cosas.
puedo hacerles una sugerencia? hace unos dias lei un articulo donde hablaba de una experiencia que tienen los marineros rusos, me parecio el tipo de historias que tal vez les gustaria vivir en sus viajes. Resulta que Rusia tiene en el Oceano Pacifico unas islas (casi deshabitadas por cierto) llamadas Islas Kuriles, y como estan lejos, muy lejos de Moscu y los otros centros de la economia rusa, en la zona no tienen ciudades ni supermercados ni electricidad ni nada. Pero, cuando estos marineros rusos cruzan las Islas Kuriles y llegan a la isla japonesa de Hokkaido, ahi tienen de todo, compran desde llaveros de souvenir hasta neumaticos de vehiculos. Tal vez si algun dia planean un viaje por la costa rusa pacifica y Japon les interese este trayecto.
Es todo, sigan asi queridos, un abrazo desde Porteñolandia!
Total desacuerdo si vienes a ulan batar te encontrarás con personas de lo más amables y hasta en invierno es una agradable cuidad
Hola Paola, me atrevo a saludarte debido a tu comentario positivo. Soy de Mé3xico y voy a viajar a Ulán Bator en el mes de noviembre, estaré ahí por 3 semanas. Será para capacitar a algunos doctores en cuestione de diálisis peritoneal y me encantaría me pudieras apoyar en algunos comentarios sabre:
¿QUÉ HOTEL ME RECOMIENDAS?
¿EL HOTEL INCLUYE DESAYUNO?
¿DÓNDE COMER?
¿DEBO LLEVAR ROPA ABRIGADORA?
¿CUÁNTO EFECTIVO ME PERMITEN INGRESAR AL PAÍS?
¿ACEPTAN DOLARES O DEBE SER TUGRIK?
Gracias por la información que pudieras proporcionarme.
emincorporada@gmail.com
Mario Rojas
Hola Paola, me atrevo a saludarte debido a tu comentario positivo. Soy de Mé3xico y voy a viajar a Ulán Bator en el mes de noviembre, estaré ahí por 3 semanas. Será para capacitar a algunos doctores en cuestione de diálisis peritoneal y me encantaría me pudieras apoyar en algunos comentarios sabre:
¿QUÉ HOTEL ME RECOMIENDAS?
¿EL HOTEL INCLUYE DESAYUNO?
¿DÓNDE COMER?
¿DEBO LLEVAR ROPA ABRIGADORA?
¿CUÁNTO EFECTIVO ME PERMITEN INGRESAR AL PAÍS?
¿ACEPTAN DOLARES O DEBE SER TUGRIK?
Gracias por la información que pudieras proporcionarme.
Mario
Opino lo contrario, y no es tampoco DE LAS CIUDAD o CAPITALES MÁS BONITAS. PERO o en mi caso llegué al país con el ánimo de conocer lo que muchos nos comentaban sobre la AMABILIDAD de su gente, estamos casi 1 semana aquí en ULAN BATOR SUFRIENDO para tramitar el visado a CHINA y por ello vamos rotando de hospedaje, AIR BNB o COUCHSURFING con tal de ahorrarnos algún dinerito, en los lugares que hemos estamos la gente ENCANTADORA A pesar de no hablar el mismo idioma. Nos tocó 2 días de nieve y el resto un poco de SOL. Festividad en la plaza, cantos, familias nómadas en la Plaza , etc etc . La estamos pasando NO GENIAL pero sí ENTRETENIDA , es algo caótica pero hace recordar mucho a algunas ciudades de Sudamérica sobretodo por su tráfico, el no respetar las señales de tránsito, etc … pero bueno es parte del viaje y eso que aún no conocemos fuera de la capital , puedo decir que le agarre CAMOTE «cariño en peruano jejej» al país
Hola, el extranjero tiene posibilidad de trabajar en Mongolia?
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